El adolescente de 17 años que fue baleado en la cabeza por uno de los policías de la Ciudad que lo interceptaron cuando se trasladaba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas permanece en estado “crítico”, “ventilado mecánicamente” y con “medidas de soporte vital”, según el parte médico difundido por el Hospital El Cruce, de Florencio Varela, donde está internado.
En un comunicado, la dirección del centro asistencial detalló que el paciente ingresó con un “deterioro neurológico agudo secundario a herida” y en “estado crítico” procedente del Hospital General de Agudos Dr. José María Penna de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Actualmente, el joven está “recibiendo soporte artificial de funciones vitales” y “permanece mecánicamente ventilado con apoyo hemodinámico y medidas de soporte vital”.
El parte médico concluye con que la “condición neurológica es crítica” y “se están realizando los estudios pertinentes para definir su pronóstico”.
Los tres policías de la Policía de la Ciudad que participaron del episodio, fueron apartados de las tareas operativas en la fuerza, informaron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.
Además, los voceros dijeron que se inició un sumario interno para establecer lo ocurrido.
“Se inició un sumario interno a los policías que participaron del procedimiento a la espera de la resolución judicial. Además se los apartó preventivamente de tareas operativas, es decir no están en la calle“, precisaron los voceros.
La madre del adolescente de 17 años denunció este jueves que fue víctima de un caso de “gatillo fácil”, que los efectivos “tiraron a matarlo” y que le “plantaron” un arma de fuego para simular un enfrentamiento.
“Es un caso de ´gatillo fácil´ porque no pueden sacar un arma y dispararle a unos pibes. Tiraron a matármelo. Esa gente (por los policías) no está capacitada para andar con un arma”, dijo Cintia en diálogo con Télam y, entre lágrimas, manifestó que su hijo tiene dos disparos en la cabeza por lo que “sigue en estado crítico”.
Cintia confirmó a esta agencia que esta madrugada, cerca de las 2, su hijo fue trasladado desde el Hospital Penna, de Parque Patricios, al Hospital El Cruce, ubicado en la avenida Calchaquí 5401, de la localidad bonaerense de Florencio Varela, ya que es de mayor complejidad.
En tanto, durante este jueves los tres jóvenes amigos del baleado, que estaban el el auto con él y también fueron perseguidos por la policía, fueron liberados del instituto de menores Inchausti, informó a Télam la abogada que los representa, Lorena Blanco.
La letrada añadió que en la causa no hay por el momento detenidos -ni civiles ni policiales-, que el expediente está caratulado aún como “averiguación de ilícito” y que los tres jóvenes serán citados a declarar en las próximas horas.
Sobre el joven baleado, antes de que se diera a conocer el parte médico, Banco dijo que está con “muerte cerebral”.
El hecho ocurrió este miércoles a las 9.30 cuando, en circunstancias que aún son materia de investigación judicial, el adolescente y tres amigos se movilizaban en un Volkswagen Suran y al detenerse en un kiosco situado sobre la calle Luzuriaga, de Barracas, fueron interceptados por efectivos de la brigada de la Comisaría Vecinal 4C quienes, según su versión, creyeron que iban a cometer un robo.
La policía dijo que los jóvenes se negaron a ser identificados, embistieron con el vehículo a dos efectivos y tras una persecución a los tiros que se extendió hasta el cruce de Alvarado y Perdriel, el futbolista fue hallado herido de dos tiros en la cabeza en el asiento del acompañante, dos de sus amigos fueron detenidos y un tercero escapó, aunque más tarde se presentó en sede policial con su madre y quedó aprehendido.
Ante esta situación, el Juzgado de Menores 4, a cargo del juez Alejandro Cilleruelo, separó a la Policía de la Ciudad de los peritajes y ordenó que todos los trabajos forenses fueran realizados por peritos de la Policía Federal Argentina (PFA).
El juez ordenó el secuestro de las armas reglamentarias de los policías que participaron en el hecho y que se les practiquen estudios de dermotest para determinar cuál de ellos efectuó disparos.