Por Juanma Verón
El pasado sábado, el Casino Flotante de Buenos Aires fue testigo de un combate atrapante. En juego estaba el título intercontinental de la categoría mosca, y –la gran protagonista de la noche fue Ayelén Granadino, vecina de Claypole, actual campeona sudamericana y ex campeona mundial. «Piru» Granadino logró un triunfo contundente en las tarjetas, tras diez asaltos de pura acción y estrategia en el cuadrilátero. En una noche cargada de emoción, Ayelén, una de las figuras más destacadas del boxeo femenino argentino, se midió con otra ex campeona mundial, Micaela Luján. El enfrentamiento prometía chispas y las boxeadoras no defraudaron.
Desde el primer campanazo la pugilista de Claypole impuso su estrategia en el cuadrilátero, exhibiendo un estilo boxístico superior durante gran parte del combate. Su sólida defensa, apoyada en su versátil cambio de guardia y la marcada distancia que lograba con su jab, le otorgaron una clara ventaja en los asaltos iniciales. Luján demostró su característica garra, embistiendo incansablemente en busca de una oportunidad.
Un desafío inesperado y la fuerza mental de la campeona
El cuarto asalto trajo un giro inesperado para Ayelén. Un corte en su párpado izquierdo, producto de un cabezazo accidental de su oponente, comenzó a jugar en su mente. «Creí que me había hinchado el párpado, vi la sangre y pensé que podría afectar mi visión. Y todavía faltaban 7 rounds», admite Granadino en dialogo con Brown Online, revelando los pensamientos que atraviesan a un boxeador en pleno combate. A pesar de la adversidad, «Piru» demostró su fortaleza mental, logró reponerse y continuó ejecutando su plan de pelea.

Consultada sobre su actuación, Ayelén reflexiona sobre el esfuerzo invisible que hay detrás de cada combate: «Cuando uno mira una pelea muchas veces no ve todo el esfuerzo que hay detrás. Lo que yo hice arriba del ring es lo que practico día tras día en el gimnasio, hay mucha dedicación detrás». Y agrega con lucidez: «Quizás hay veces que las cosas en el cuadrilátero no te salen como lo practicaste y no es porque no le dedicaste tiempo, es porque en la pelea hay muchos factores que te influyen. Por suerte en esta pelea sí salió todo bien y eso se vio reflejado en la victoria». La claridad de su estrategia y la ejecución impecable de lo trabajado en el gimnasio fueron clave para la decisión unánime de los jueces, quienes le otorgaron la victoria en las tarjetas.
Mirada fija en el futuro
Mientras saborea este valioso triunfo, Granadino ya tiene la mente fija en el futuro. Esta victoria no es una más; la deja nuevamente en escena internacional con serias chances de competir por el título mundial de la categoría mosca. Con este nuevo objetivo en el horizonte, Ayelén ya está trabajando junto a su entrenador, Daniel Salguero, delineando la estrategia para alcanzar la cima una vez más. La localidad de Claypole y el boxeo argentino tienen en «Piru» Granadino a una digna representante, lista para nuevos desafíos y para volver a coronarse en la elite del boxeo mundial.