El Papa Francisco, cuando era el Arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio, era conocido por usar el transporte público para estar cerca de la gente. Uno de los viajes en el Tren roca más recordados fue en 2007, para el 50 aniversario de la Diócesis de Lomas de Zamora. Se cuenta que después de las celebraciones, insistió en volver en tren porque tenía su billete de ida y vuelta.
El evento tuvo un gran significado para la comunidad católica local. La elección del tren, fue una demostración de su forma de ser, y de querer estar cerca de la gente. Su gesto fue interpretado como una muestra de su cercanía con la gente y su deseo de compartir su vida cotidiana, un estilo que mantuvo cuando estuvo a cargo del Papado.
El obispo Jorge Vázquez, vecino de Villa Hipódromo, rememoró la vista del Papa. Fue en 2007, a 50 años de la fundación de la Catedral Nuestra Señora de la Paz. «La iglesia argentina, en su estructura, iba tomando cierta importancia, sobre todo en el Gran Buenos Aires», rememoró Vázquez párroco de esa parroquia al diario La Unión.