Por Ramiro Céspedes
Los problemas institucionales en Brown de Adrogué siguen creciendo. Hace unos días el club emitió un comunicado acusando una “salida irregular” de dos juveniles y apuntó contra el representante Juan Manuel Arandilla. Pero desde el entorno de los jugadores y sus familias desmintieron absolutamente todo.
En diálogo con Brown On Line, Juan Arandilla explicó con detalle su visión sobre la situación y cargó duramente contra la dirigencia, a quien incluso acusó de hacer trampa en para ganar las elecciones. “Yo puedo contar miles de cosas más que vienen sucediendo hace tiempo”, afirmó.
Arandilla aseguró que su único objetivo fue ayudar a los jugadores a encontrar un lugar donde realmente los valoren y les den oportunidades. “Hasta hace 10 o 15 días le planteé a Facundo Villaronga (prosecretario de la comisión directiva del Tricolor) que hablara con el presidente y traía a los dos chicos de vuelta a Brown, con la condición de pagarles el salario correspondiente, y no recibos en blanco como viene sucediendo hace años”, aseguró, señalando además los pagos informales a juveniles, que son una constante dentro de la institución.
Para los acusados por el club, el mensaje de la Comisión Directiva es un manotazo de ahogado para tapar sus propias falencias y maniobras extrañas. Lo que denuncian muchos juveniles y padres es muy diferente a lo dicho por la dirigencia: dicen que la comisión directiva nunca tuvo interés en promoverlos al primer equipo, y ahora que se fueron aprovechan para alzar la voz.
“Una cosa es hablar con fundamentos y otra con injurias. Están indignados (los dirigentes de Brown de Adrogué) porque no esperaban esta situación. A ellos no les interesa los pibes, quieren salir a romper mi apellido, les duele y tienen miedo. Si no hacen trampa en las elecciones, como vienen haciendo, pierden”, le dice Arandilla a Brown On Line.
El operativo Itapirense
Sobre el acontecimiento que explotó en la semana, cuando el club brasileño Itapirense fichó a dos jugadores de la cantera del Tricolor, el representante declaró: “En el caso particular de los chicos de Itapirense, iban a firmar los contratos profesionales. Después de ir a buscarlos, yo llamé a las familias para mostrarles lo que les ofrecían y era una miseria: los querían hacer jugar gratis el primer año, firmando recibos que nunca iban a cobrar”.
El padre de Máximo Gaeta aportó su versión vía Facebook: “Mi hijo está desde novena en Brown de Adrogué, entrenó los últimos dos años junto a la primera sin poder debutar. Semejante sacrificio para ver jugadores de edad jubilatoria destruir sus ilusiones de jugar. Eso y otras cosas, colmaron el vaso”, dijo Javier, además de apoyar a Arandilla.
La mamá de Sebastián Martínez también se pronunció a favor de Arandilla. “Si se tomó la decisión de aceptar la propuesta del club Itapirense de Brasil fue porque no hubo ninguna intención del club Brown de Adrogué de arreglar su contrato”. Y dijo que “se le había ofrecido a mediados del año pasado que firme recibos de sueldo en blanco. Ninguna familia aceptó. Le agradecemos al señor Juan Manuel Arandilla quien fue el que no permitió que los humillen”.
Luego de negarse a firmar esos recibos en blanco, “lo bajaron del plantel de primera a entrenar al predio horrible donde entrenan las inferiores prohibiendo a los DTs citarlo para jugar, sin dejar tampoco que se pruebe en otro club, negándole cualquier oportunidad que se le presentaba gracias a sus condiciones. Los dirigentes de Brown de Adrogué son un asco”, dijo la mujer.
Desde el club, tras ser comunicados de la salida de ambos jugadores, esperaron un resarcimiento por parte del equipo paulista. Saltaron las alarmas cuándo entró en juego una clave legal: según la normativa de FIFA, todo futbolista sin contrato profesional es libre para firmar con cualquier otro equipo, por eso mismo es que el fichaje de los jugadores con el club brasileño no es irregular, como denunció el club presidido por Adrián Vairo. Sin embargo, existe un pacto interno en AFA que bloquea esa ley, razón por la cual la dirigencia esperaba una compensación que nunca llegó. Como el fichaje fue fuera del país eso no tiene valor.
El caso Ledesma
Hace un tiempo, surgió el nombre de Jonathan Ledesma, actual jugador de Platense, que tuvo un salida parecida a la de Martínez y Gaeta. La explicación es similar: Brown nunca le ofreció un futuro serio en el club, por lo que decidió irse.
El padre del futbolista mencionado se pronunció sobre este hecho en redes: “Acá los únicos que hicieron algo por nuestros hijos fueron los que ahora están siendo acusados. Si no fuera por ellos, ya estarían fuera del fútbol, como tantos otros pibes que pasaron por Brown y quedaron en la nada”.
“El caso de Ledesma nunca lo denunciaron, porque arreglaron con Platense una futura venta. Exigieron dinero por el debut profesional, por objetivos de partidos, entre otras cosas”, explicó Arandilla, que también dio a conocer la existencia de convenios con diversas instituciones por los jóvenes, acuerdos que no se han hecho públicos.
La incógnita que queda flotando es: ¿Cuántos otros chicos pasaron por lo mismo y nunca pudieron salir adelante?. Brown arrastra décadas con polémicas con sus juveniles. Mientras la dirigencia se victimiza y busca culpables externos, los jugadores y sus familias tomaron la decisión de irse.
Arandilla: “La gestión de los Vairo está acabada”
“La gestión de los Vairo está acabada. Existen miles de denuncias que están tapadas, es algo muy grave y pasa en la actualidad política”, sentenció Juan Arandilla.
Este año habrá elecciones en Brown de Adrogué y la cúpula actual arrastra el desgaste del descenso, el desmanejo con las inferiores y un cuestionamiento que ya se siente fuerte entre socios e hinchas. El tiempo dirá qué camino tomará el club, pero la crisis institucional parece no tener fin.