La justicia penal de La Plata condenó a 38 años de prisión a un chapista y ex convicto de 62 años, acusado de haber violado a seis mujeres entre 2007 y 2009 y que había estado detenido durante 18 años por haber abusado de al menos 14 mujeres.
Se trata de Domingo Corillano, conocido como el “sátiro del can can” porque durante los ataques ocultaba su rostro con una media de mujer, un “un sello de identidad” que le imprimía a sus hechos. El violador se movilizaba en un viejo Ford Falcon color champán, se acercaba a sus víctimas en plena noche, las agredía con un cuchillo y las ataba con una bufanda y después las sometía sexualmente.
Pese a que ocultaba su rostro, fue identificado por dos denunciantes. Un familiar de una joven violada en octubre de 2008 logró retener el número de patente de su coche, cuando llegó al lugar del ataque, en City Bell. Con ese dato y un dictado de rostro aportado por otras jóvenes, los investigadores detuvieron a Corillano en el 2009 en un taller de chapa y pintura que tenía en la localidad platense de Ringuelet.
Corillano había estado detenido entre 1973 y 1991 por 13 hechos de abuso y condenado por tentativa de violación en 1998, aunque en el 2002 recuperó su libertad.
Todos los hechos que le atribuyeron tenían el mismo patrón de conducta: horarios próximos a la media noche o primeras horas de la madrugada; elección de mujeres jóvenes caminando solas en sitios casi sin transeúntes y abordajes sigilosos por detrás de las víctimas, tomándolas del cuello.
Las “amenazaba de muerte con arma blanca o de fuego si se desobedecen sus órdenes, cubría su rostro y/o cabeza con gorro o medias femeninas de nylon y aparentaba en principio la comisión de un robo exigiendo pertenencias, dinero, para llevar a las víctimas a un lugar oscuro, aislado y elegido previamente”. Para cometer los abusos “colocaba una bufanda (o cuello de tela polar) sobre la cara-ojos de las víctimas, luego las hacía sentar, o tirarse al piso, siempre cuidando de tenerlas inmovilizadas, generalmente, oprimiéndoles el cuello y las sometía sexualmente para luego abandonarlas”.