La jueza federal María Eugenia Capuchetti impuso este domingo el secreto de sumario en la causa por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y por la noche la Policía Federal detuvo a Brenda Elizabeth Uliarte, pareja del atacante Fernando André Sabag Montiel, a quien acompañó cuando cometió el ataque en el barrio de Recoleta, informaron fuentes judiciales y policiales.
Uliarte fue detenida a las 22.45 de este domingo en la estación Palermo del tren San Martín por agentes del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA), por orden de la jueza María Eugenia Capuchetti, luego de que la investigación determinara que la noche del jueves pasado estuvo en el lugar del hecho, en Recoleta, junto a su pareja.
El viernes, Uliarte había dado una entrevista al canal de televisión Telefé en la que se presentó como Ámbar, dijo que no veía a Sabag Montiel desde el martes último y se quejó de que habían secuestrado sus pertenencias en el marco de un allanamiento.
Aparentemente, los investigadores lograron reconstruir con imágenes de cámaras de seguridad que el jueves la joven habría compartido con el agresor buena parte del trayecto hasta la casa de la vicepresidenta, situación que contradice lo que ella misma manifestó en el reportaje televisivo.
Portavoces judiciales ya habían señalado la sospecha de que el principal acusado por el intento de magnicidio no habría actuado solo, en base a los primeros resultados de los análisis de cámaras de seguridad, teoría que es uno de los motivos por los cuales se impuso el secreto de sumario.
La posibilidad de que Sabag Motiel llegó acompañado al lugar de los hechos ya era una de las hipótesis que se manejan en base al análisis de las filmaciones registradas por cámaras de seguridad en la zona del barrio de Recoleta, donde está el edificio en el que vive Fernández de Kirchner.
La reconstrucción se hacía de manera “secuencial” para recomponer los pasos del imputado antes de acercarse a la Vicepresidenta.
En tanto, declaró un hombre identificado como Mario Bongarelli, quien dijo ser “conocido” del acusado, y aseguró bajo juramento creerlo “capaz de cometer el hecho”, informaron las fuentes.
El testigo entregó de manera voluntaria su teléfono celular para que sea peritado, en presencia del fiscal Carlos Rívolo y del defensor oficial de detenido, Juan Hermida. Antes de declarar, Bongarelli dio una nota en televisión donde se presentó como “amigo” de Sabag Montiel.
La magistrada recibió además durante la jornada en los tribunales federales de Retiro declaración a los peritos informáticos que explicaron las razones por las cuales el celular de Sabag Montiel hizo un “reseteo” y volvió a “estado de fábrica”, informaron fuentes judiciales.
En relación al reseteo del celular a estado de fábrica, los peritos detallaron los motivos por los cuales pudo ocurrir y no descartaron que pudiera haberse activado de manera remota o bien por algún error al intentar acceder al dispositivo. En su caso, no se logró la extracción de información.
En tanto, terminó el peritaje sobre la computadora laptop HP que se secuestró en el domicilio del acusado y se ordenó analizar el material obtenido.
El celular que portaba Sabag Montiel sufrió un reseteo en los momentos en que la Justicia intentaba extraer información, por lo que esa prueba fundamental para la investigación corre riesgo de perderse.
El hecho generó criticas del oficialismo y la oposición, que reclamaron “respuestas” a la Justicia en medio de versiones encontradas entre el juzgado a cargo de la causa y las fuerzas de seguridad, fundamentalmente la PSA.
El reseteo fue detectado cuando el equipo llegó a manos de la PSA el viernes por la noche, en el marco de la causa por el atentado sufrido por la Vicepresidenta el jueves último. Esa fuerza recibió el dispositivo de manos de la custodia personal de Capuchetti: estaba encendido, dentro de un sobre abierto y no está confirmado que hubiera sido acompañado por algún tipo de documentación.
El teléfono viajó desde los tribunales federales de Comodoro Py hasta la sede de la PSA en el auto de la custodia personal de la magistrada, en el mismo sobre en el que había llegado horas antes al juzgado y que, por supuesto, ya había sido formalmente abierto.
Durante una parte del trayecto que une el barrio de Retiro con Ezeiza también estuvo en el auto un secretario del juzgado que se bajó en el camino. A pesar del inconveniente, desde el juzgado aseguran contar con toda la prueba documental que da cuenta de la cadena de custodia del dispositivo electrónico, algo que otras fuentes del caso ponen en duda.
El teléfono había sido secuestrado cuando detuvieron a Sabag Montiel la noche del jueves, tras el ataque a Fernández de Kirchner cuando llegaba a su domicilio de Recoleta: el agresor lo llevaba en el bolsillo de su campera.
En este contexto, el juzgado evaluaba solicitar a Estados Unidos colaboración tecnológica para avanzar con el peritaje del celular.Las medidas de prueba apuntan, entre otras cosas, a saber si la acción fue planificada o, cuanto menos, comentada previamente por el agresor con su entorno.
El abogado Gregorio Dalbón, uno de los letrados que representa a Fernández de Kirchner, confirmó que ya “está lista” la solicitud de la ex mandataria para sumarse a la querella en la causa, y aseguró que, en caso de que se comprueben irregularidades en el proceso de manipulación del teléfono celular del imputado, se acusará a los responsables de “negligencia y encubrimiento agravado”.