Un hombre de 38 años y su hija de 11 murieron el lunes por la tarde en su casa de la calle Alemania al 3300, de Temperley, a 100 metros de Portugal.
Ambos yacían en el piso de la habitación, donde había un calefactor infrarrojo conectado a una garrafa. Según las primeras pericias, habrían fallecido por inhalación de monóxido de carbono.
La madre de la niña halló a ambos, llamó al 911 y al SAME, pero ambos estaban ya fallecidos.