En una noche que parecía soñada lo lesionaron en la peor articulación para un jugador: le rompieron los ligamentos cruzados de la rodilla derecha, el 3 de marzo de 2021 en aquel recordado partido por Copa Argentina entre Claypole y Boca.
Lucas Carballo, de él se trata, empezó oficialmente ayer a dar vuelta esa página oscura de su vida: jugó en el partido que la reserva de Claypole le ganó a Liniers por 3 a0 y hasta hizo un gol de penal. Fue su regresó formal a la práctica activa del fútbol. Y todo Claypole lo celebra.
Carballo, de 24 años, formado en Cañuelas y con pasado en Deportivo Paraguayo, fue un baluarte de Claypole en su ascenso a la Primera C luego de 23 años. Y esa noche fatal le puso puntos suspensivos a una carrera prometedora que recién ahora puede reanudar con soltura.
Iban ocho minutos del primer tiempo cuando Lucas Carballo se sacó de encima a Nicolás Capaldo y encaraba hacia el área con decisión cuando el jugador de Boca, ya superado en la marca, lo bajó con una patada que lo sacó de las canchas.
Por esa tremenda patada el por entonces número 14 de Boca apenas fue amonestado, mientras que Carballo se fue rengueando de la cancha de Lanús. Capaldo lo abrazó, le pidió disculpas, le regaló la camiseta. Un tiempo después se fue a jugar a Europa. Carballo inició el lento camino de la recuperación, que lo sacó de las canchas por más de dos años.
Fotografía: @ph_ferneyrinkon