Hasta hace no mucho tiempo, la homosexualidad en la Argentina era considerada y reforzada por discursos cotidianos, del sentido común, como una “enfermedad”, algo que aún hoy sucede en varios países del mundo. Con la vuelta de la democracia, y al calor de la constante movilización de la comunidad LGBTI+, el reconocimiento de sus derechos comenzaría a plasmarse con la derogación y creación de nueva legislación en busca de proteger e igualar sus condiciones de vida.
Este 15 de julio se cumplen doce años de la sanción de la Ley 26.618, comúnmente conocida como la ley de Matrimonio Igualitario, que permitió que las personas del mismo sexo puedan casarse por primera vez en suelo argentino. Desde entonces, en la Provincia de Buenos Aires se registraron 7151 casamientos entre personas del mismo sexo desde agosto de 2010 hasta junio de 2022.
Argentina fue el primer país de América Latina y el décimo en el mundo en reconocer este derecho para la comunidad LGBTI+, un logro histórico que ubicó a la agenda de la diversidad sexual en la esfera política, estatal y pública. Además, se trató de una legislación de vanguardia internacional en materia de reconocimiento de derechos para las diversidades.
En Almirante Brown entre 2019 y 2022, 77 casamientos tuvieron la posibilidad de dar el “si” y obtener el reconocimiento de los mismos derechos y obligaciones que las parejas heterosexuales.
La Ley de Matrimonio Igualitario que rige en la Argentina tiene la particularidad de ser la única en el mundo que es aplicable también a todos los extranjeros no residentes y, desde su aprobación en el 2010, “más de 400 parejas de turistas se casaron en el país”, afirmaron desde la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT).