El 9 de julio del 2007 será recordado para siempre por muchos argentinos y argentinas que vieron nevar desde las ventanas de sus casas por primera vez. El frío fue el protagonista y decoró los jardines verdes con un manto blanco en donde los más chicos escribieron sus nombres y dibujaron siluetas.
Las postales que aquella gran nevada dejó merecen ser recordadas año a año. Las calles, los clubes, las plazas, los centros comerciales, todo se vistió de nieve.
Ese 2007 fue el año más frío desde que se tienen registros, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y ese mes de julio, en particular, tuvo una serie de eventos meteorológicos que desencadenaron una copiosa nevada en la ciudad de Buenos Aires, varias localidades del conurbano y del interior bonaerense, así como también en La Rioja, sur de Santa Fe, Córdoba, San Luis, norte de Mendoza, San Juan y Catamarca.
La nieve comenzó a caer por la mañana. Para la tarde, las calles ya estaban cubiertas completamente. Se vivió una jornada de feriado nacional atípica, distinta, que las fotografías se encargarán de mantener a salvo.