“Con el corazón, logré traer la medalla dorada a Almirante Brown”, dice Lenny Ledesma para sintetizar el reciente logro del joven del barrio Rayo de Sol, en Longchamps, quien formó parte de la Selección Argentina de Patinaje Artístico con la que conquistó la presea dorada en el Sudamericano de San Juan.
“Mi experiencia en el Sudamericano de San Juan fue muy especial para mí porque me tocó formar parte de la Selección Argentina de Patinaje Artístico vistiendo la albiceleste orgullosamente”, le dice Lenny a Brown On Line.
A pesar de que se sentía nervioso antes de salir a la pista “estaba seguro de lo que tenía que hacer y sabía que tenía que disfrutar esta nueva experiencia. Con orgullo, en el corazón logré traer la dorada a Almirante Brown”.
Lenny compitió en la disciplina Inline. “Llegar ahí fue un esfuerzo y un sacrificio enormes, entrenar jornadas extras en donde sabia que tenia que exigirme al máximo”, revela el joven, que debió combinar sus horas de entrenamiento con sus estudios secundarios.
“Lenny es super respetuoso, amable, compañero, sacrificado, constante, luchador. Lo entreno hace 6 años y hemos compartido muchísimo. Hemos aprendido juntos, él de mi , yo de él, hemos soñado juntos y concretado sueños juntos”, dice Celeste, su entrenadora.
“Estudiar y ser un deportista profesional conlleva un sacrificio enorme: estudiar a la mañana y entrenar a la salida del colegio pero yo amo lo que hago y se que el esfuerzo vale la pena. Cada viaje es un esfuerzo grandes de mis padres”, reconoce. Para poder viajar el campeón debió contar no solo con la ayuda de sus padres sino también con dinero que reunió vendiendo rifas, pan dulces, pizzetas y colaboraciones de amigos y allegados.
El joven de Longchamps, que entrena con Celeste en San Martín de Burzaco y en otros clubes para reforzar las sesiones, empezó cuando tenía 7 años, con patines de cuatro ruedas. Obtuvo por entonces logros a nivel nacional y hasta se consagró también subcampeón en Brasil. Era el inicio de un camino que hoy tiene a Lenny en el primer plano del mundo del patín.
“Sin sacrificio, no hay recompensa. Si lo crees, lo creas”, repite su entrenadora, que describe el orgullo de ver a su alumno con los colores argentinos. “Es maravilloso verlo vestir los colores de la Selección, es un sueño cumplido, un orgullo y una emoción inmensa que no caben en el pecho.”