Desde el 2015 y por la ley 27.117, cada 30 de noviembre se conmemora el Día Nacional del Mate, en homenaje al nacimiento del caudillo argentino Andrés Guacurarí, conocido popularmente como “Andresito”, quien fue el principal capitán en la defensa argentina de los territorios durante las invasiones luso-brasileñas.
Hijo adoptivo de José Gervasio Artigas, el ‘comandante Andresito’ fue gobernador de la provincia de Misiones de 1815 a 1819 y fomentó la producción y comercialización de la yerba mate. Sirvió en el Ejército de Manuel Belgrano, participando en las luchas por la independencia argentina.
En sus variantes básicas: el mate amargo y el mate dulce se puede tomar de diferentes formas y a gusto de quien lo prepare. Tanto los conocidos mate de leche o de miel o los más contemporáneos: con hierbas, esencias, endulzantes y yerbas de sabores.
Que el mate produce acidez no es ningún secreto. Algunos materos agregan cáscaras de naranja o de limón para contrarrestar el ardor de estómago y, de paso, darle un toque diferente a la infusión. Antes hay que secar las cáscaras, calentarlas a fuego directo, picarlas y después mezclar con la yerba.
Otra forma conocida de tomar el mate es con café. Es un sabor intenso con altos niveles de cafeína, especial para comenzar el día.