El Gobierno, a instancia de los ministerios de Desarrollo Productivo, de Salud y de Agricultura, impulsa un etiquetado frontal en alimentos basado en un sistema de advertencias, con el objetivo de ayudar a contrarrestar “la epidemia de sobrepeso y obesidad que aqueja a nuestro país”.
La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, indicó a Télam que “los nutrientes advertidos serán sodio, grasas saturadas y azúcares; la base de cálculo se realizará sobre 100 gramos y se incluirá una leyenda sobre edulcorantes”.
El etiquetado frontal apunta a que la población se informe fácil y rápidamente acerca de las propiedades nocivas para la salud que poseen los alimentos que consumen.
Hay tres sistemas de etiquetado y el que Argentina eligió es el de advertencias, que consiste en la presencia de una o más imágenes gráficas en el frente del paquete que indican si el producto presenta niveles superiores a los recomendados de sodio, grasas y azúcares.
Aún resta consensuar el formato de etiquetado, y las opciones que se contemplan son sellos negros (utilizado por Chile y Uruguay) o una lupa (modelo aprobado la semana pasada por Brasil).
La presidenta de la Federación Argentina de Graduados de Nutrición (Fagran), Andrea Graciano, argumentó que “el sistema más efectivo es el de advertencias con el formato de sellos negros porque brinda la información de la manera más clara y fácil de comprender”.
“Existe evidencia científica que muestra que este sistema tiene los mejores resultados, sobre todo en niños y población de menores recursos económicos y nivel educativo. En Chile disminuyó el consumo de los productos con excesos de grasas, azúcares y sal, que son los que van de la mano con el sobrepeso y las enfermedades no transmisibles”, agregó la especialista.
Según datos de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS2), en nuestro país 7 de cada 10 adultos y 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años presentan sobrepeso.
Para Español, la iniciativa significa “ampliar y defender los derechos a la salud y la información” porque “es una política muy efectiva para avanzar sobre la epidemia de sobrepeso y obesidad que aqueja al mundo entero”.
Asimismo, la funcionaria aseveró “que el 70% de la población mayor de 13 años no lee la información nutricional de los envases” por lo cual “es responsabilidad del Estado garantizar el acceso a información clara, simple y precisa e incentivar a las y los consumidores a elegir alimentos de mejor calidad nutricional”.
“Apostamos a que readecúen los ingredientes de sus productos, en pos de que cada vez haya mayor oferta de alimentos de mejor calidad nutricional. En todos los países del mundo es cada vez mayor la demanda de productos más saludables”, concluyó la funcionaria.