La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) adhirió a “las recomendaciones del Consejo Federal de Educación (CFE) elaboradas para analizar el escenario de vuelta a las escuelas”, y consideró hoy que ese “retorno debe ser un proceso ordenado” y con las pautas “para proteger la salud, seguridad y el bienestar de estudiantes, maestros, personal escolar, familias y comunidades”.
La adhesión al documento del CFE disparó una serie de reflexiones y recomendaciones de las autoridades de la SAP que, a través de un documento emitido hoy, consideró que “si una escuela cumple todos los indicadores principales y muchos de los secundarios, es igualmente posible que se registren uno o más casos de Covid-19 entre los estudiantes, maestros,
administradores y otros miembros del personal”.
Para Florencia Lución, médica pediatra de la Subcomisión de Epidemiología de la SAP, “la mayoría de niños, niñas y adolescentes cursan un duelo de lo perdido, extrañan el contacto, el recreo, los juegos y estar con sus amigos. Particularmente en una etapa en la que deben tomar distancia de sus adultos, y sin embargo les resulta muy difícil encontrar un refugio entre pares”, explicó.
Jorge Cabana, presidente de la Subcomisión de los Derechos del Niño de la institución, agregó que “la escuela educa, crea lazos sociales, alimenta, da refugio, democratiza conocimientos, orienta y contiene. Es un sitio seguro y constituye una herramienta de equidad social indispensable, particularmente para los grupos más vulnerables”.
“Es indiscutible que la escuela es fundamental para el desarrollo y el bienestar de las niñas, niños y adolescentes, no solo para la adquisición de conocimientos sino también para el fortalecimiento de aspectos emocionales y sociales, el cuidado nutricional y de la salud y la realización de actividad física”, explicó, por su parte, el presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, Omar Tabacco.
Al respecto, Cabana agregó que “las escuelas siempre tuvieron un papel mucho más amplio que educar: constituyen un refugio seguro, un ámbito social y, en particular, las escuelas de educación especial ofrecen a los niños y sus familias un apoyo vital individualizado. La escuela es, claramente, un espacio de sostén y de cuidado, un lugar de encuentro, donde ocurren otras cosas más allá del aprendizaje curricular, se aprende a vivir con otros, se aprende de la empatía y los tiempos de espera”.
“El retorno a las aulas debe ser un proceso ordenado en el que se cumplan todas las recomendaciones destinadas a proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los estudiantes, de los maestros, de todo el personal escolar, sus familias y comunidades”, resaltaron.