Por la Dra. Melisa Oubiña, Bioquímica (M.P. 7943) de Laboratorios BIOROSSI.
Hay que tener en cuenta que, además de cuidarnos frente al COVID-19, hay otras enfermedades que siguen su curso. Por eso debemos realizar nuestros chequeos de rutina, aún en período de aislamiento. Los pacientes ya diagnosticados con enfermedades crónicas, necesitan un seguimiento para continuar los tratamientos debidamente.
Presento algunos ejemplos clave a considerar:
- Enfermos oncológicos: requieren controlar sus marcadores tumorales para planificar y monitorear su tratamiento, predecir resultado o evolución probable.
- Pacientes anticoagulados: necesitan, de forma mensual, medir su tiempo de protrombina (TP) con su respectivo RIN (razón internacional normatizada), para controlar su dosis de anticoagulante oral.
- Enfermos autoinmunes: como en el caso de la artritis reumatoidea, en donde el médico le solicita al paciente de forma periódica las determinaciones de laboratorio de factor reumatoideo (FR), eritrosedimentación (ERS/ VSG) y proteína C reactiva (PCR), para controlar el grado de inflamación de las articulaciones que presenta el paciente.
- Pacientes inmunodeprimidos: como los enfermos de HIV. En estos casos es importante realizar la medición de su carga viral y el recuento de linfocitos cd4 y cd8 que permiten, también como en los demás casos, verificar resultados del tratamiento y gestionar el control de la medicación.
No se debe olvidar que es igualmente importante realizar los chequeos de rutina, aún sin tener una enfermedad preexistente a la pandemia. Detectar cualquier valor alterado a tiempo puede prevenir y curar un gran número de enfermedades.
En estos momentos las consultas con el profesional médico pueden ser virtuales y las extracciones de laboratorio pedirse a domicilio, para prevenir contagios de COVID-19 y garantizar el control de su salud.
Un examen de orina completo, hemograma, glucemia, un perfil lipídico y hepático son determinaciones de rutina que permiten obtener un panorama de cómo está nuestro organismo durante el aislamiento, considerando que se trata de un período con menos actividad física y hábitos alimenticios más desordenados.
Por supuesto que el cuidado frente al Coronavirus es clave pero, por lo antedicho, nuestra salud requiere atención a muchos más factores de riesgo. Saber cómo estamos es estratégico para anticiparnos a cualquier complicación a fin de que, con pandemia o sin pandemia, gocemos de la mejor salud posible.
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