“Acá empezó y acá se termina la protesta de la Policía de la Provincia de Buenos Aires”, dijo Luis Tonín hace instantes en Adrogué, luego de que algunos uniformados mostraron la intención de mantener el piquete en la Plaza Esteban Adrogué a pesar del anuncio del anuncio del gobernador Axel Kicillof realizado esta mañana y luego del pedido hecho anoche por el Presidente de la Nación para que depongan esa actitud.
Antes de Tonín, el Jefe de la división Secretaría de la Región Sur AMBA II, Germán Reyes, reunió a todos en la plaza y les advirtió: “Si se quedan acá van a tener problemas”. Lo escuchaban en su mayoría policía jóvenes, el ala más dura del reclamo.
“Quédense tranquilos. Levantemos acá. Volvamos a trabajar, demostrémosle a la sociedad lo que sabemos hacer”, les dijo Reyes a sus subalternos. “Todos tenemos que ceder algo”, lo acompañó un uniformado. Otro reflexionó: “Además, los medios ya están empezando a ver esto como algo político y nada que ver. Vamos, ya fue”, dijo otro de los policías de Brown.
“El gobierno mostró buena voluntad. Acá se inició una protesta por un sueldo digno y eso se consiguió. El aumento es sustancioso pero no es suficiente. Los policías quieren volver a trabajar. Por eso se levanta la protesta e iniciamos una mesa de diálogo”, decía Tonín, mientras Reyes lo interrumpió en esa rueda de prensa para decir: “Necesito que el personal vuelva a trabajar, vamos”.
El clima de negociación fue cambiante. Una parte de los agentes de la Policía Local de Brown quería seguir en el corte y la protesta y a ellos se sumaron otros uniformados que querían por escrito el compromiso de no sancionarlos por la protesta. “Quiero el papel, que lo firmen”, decía una oficial.
De este modo dio por terminado el corte de calles que por tres días tuvo cercado al centro de Adrogué y mantenía interrumpida una mano de la avenida Hipólito Yrigoyen, en los centros de Lomas de Zamora y Lanús.