Con el comienzo del otoño, las gripes habituales y las alergias de cambio de estación, se suman la circulación del COVID-19. Es importante que para cuidarnos nosotros y a los otros, sepamos las diferencias. ⠀
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los virus de la COVID-19 y de la gripe tienen presentaciones clínicas muy parecidas. Ambos causan enfermedades respiratorias, con una gran variedad de casos, que pueden ser desde afecciones asintomáticas o leves, hasta enfermedades graves y muertes.
La gran diferencia se trata del período de incubación: el de una gripe es de 48 horas, mientras que el del coronavirus va de 5 días a 2 semanas. Además la gripe estacional la puede tener alguien vacunado o que ya se haya engripado y hay gente inmune, el coronavirus tiene un alcance de entre el 20 y el 60% de la población.
El rasgo más importante es que la gripe estacional se contagia de persona a persona y por otro lado el coronavirus puede ser transmitido de una persona hacia dos, por eso la importancia de la prevención para evitar estos rápidos contagios ya que no hay vacunas o terapias autorizadas para combatirlo, así no como la gripe, que tiene viene perfeccionando su vacuna desde 1945.
Por otro lado, los pacientes alérgicos a pólenes suelen tener estornudos, mucosidad nasal liquida, tos y en ocasiones sensación de falta de aire, estos síntomas se ven más cuando están en la calle y mejoran en el interior de los domicilios con los respectivos medicamentos. Además a diferencia del covid-19 la alergia no se contagia y normalmente no da fiebre ni deterioro general.
Para prevenir tanto el coronavirus como las alergias y gripes, tengas la edad que tengas, quedarse en casa es la mejor vacuna, ayuda a prevenir contagiar y ser contagiado, y así cuidarnos como sociedad.