Mientras en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se debate la posibilidad de quitarle la amarilla al jugador de San Lorenzo “Pitu” Barrientos; mientras programan en el calendario qué partido de la élite de nuestro fútbol se va a jugar con visitantes, en el ascenso los jugadores siguen arriesgando sus vidas. Como hace algunos meses ocurrió en Burzaco, en el Francisco Boga, esta vez ocurrió en La Ribera de Quilmes, donde Argentino hace de anfitrión. Pero no en las mejores condiciones, tal como hacen todos.
La mala puntería del destino esta vez fue un aliciente: Sebastián Gigliotti, delantero de Midland, chocó su cabeza contra el paredón del estadio, en el cotejo donde el Mate ganaba 1 a 0, y debió ser hospitalizado. La famosa “desgracia con suerte” diría doña Rosa.
Cuando se jugaban 32 minutos del primer tiempo del partido correspondiente a la fecha 32 de la Primera C, el hermano del ex goleador Xeneixe Emanuel Gigliotti terminó chocando contra la pared producto de la fricción del juego y debió ser atendido en el mismo campo. Luego, la ambulancia lo trasladó, en estado inconsciente, al Hospital de Quilmes, donde recobró el conocimiento. El delantero de Midland no se acordaba ni en qué cancha estaba jugando ayer por la tarde, según comentaron algunos médicos.
En el estadio del Mate, el árbitro Leandro Rey Hilfer decidió suspender el partido por pedido de la delegación visitante. El Funebrero no quiso reanudar el encuentro hasta no saber el estado de salud de su delantero. Además, los mismos futbolistas de Midland manifestaban que no se encontraban bien anímicamente para continuar con los 60 minutos restantes.
Desde la dirigencia del elenco de Libertad, destacaron la inmediatez con la que la ambulancia ingresó al campo de juego y el pronto trasladado de Gigliotti, que está bien; solo fue un susto. Pero lo trágico de este acontecimiento es que este accidente ocurrió casi cinco meses después del fallecimiento de Emanuel Ortega, jugador de San Martín de Burzaco que tuvo el mismo episodio contra el paredón del Francisco Boga pero con distinta suerte. Luego de la muerte del defensor, la AFA le dio 90 días a los equipos del ascenso para cubrir el cimiento con colchonetas. Pero no todos tomaron nota. Mientras, los futbolistas se siguen jugando la vida.