Unos 30 pacientes permanecen internados en los pasillos del hospital zonal Lucio Meléndez de Adrogué y cursan allí su internación por diferentes patologías, un lugar sin asepsia que pone en riesgo la recuperación y describe el colapso de la salud en la provincia de Buenos Aires.
A este cuadro de situación se suma algo ocurrido ayer: el hospital agotó gasas, vendas y sueros, de acuerdo a lo confirmado por una enfermera a este medio. La sobrecarga encuentra una explicación en que el hospital Oñativia aún no está en funcionamiento y todos los pacientes acuden al Meléndez.
Encefalopatías, hemorragias, poliescarados, ACV, crisis asmáticas, crisis hipertensivas, heridas de arma blanca, heridas de arma de fuego, politraumas, síndrome coledociano son algunas de las patologías que tienen los pacientes que hoy están en el pasillo.
“Tenemos problemas con los insumos y con el personal. A esta altura del año es peor porque no hay vendas, gasas, sueros ni cintas. Es una desidia total. Ya no sabemos qué hacer porque ya no reunimos con el Ministro de Salud pero no nos dio ninguna respuesta”, denunció una trabajadora del hospital. “No sabemos qué hacer y a los pacientes no les podemos brindar la atención adecuada”.
“Es la historia sin fin”, resume Mónica Méndez trabajadora del hospital Meléndez y dirigente de CICOP. “Esto es ahora y también de antes y tiene que ver con la falta de camas del hospital”, dice Méndez respecto del centro de salud dependiente de la provincia de Buenos Aires.
“La guardia del hospital es nueva, pero puede absorber solo cinco pacientes hasta que se resuelva su situación. El tema es que hay 30 internados. La falta de camas es una constante en los hospitales de la provincia de Buenos Aires. No hay camas y no se consiguen las derivaciones. es un problema grave por el cual venimos batallando hace años”, dice la trabajadora del hospital.
En este contexto, los enfermeros y los médicos están desbordados de trabajo porque no se sumó personal para atender a los pacientes internados en los pasillos.