Los trabajadores de la fábrica Arcyndur, que ayer amaneció con las puertas cerradas sin dar previo aviso a sus trabajadores, acampan en la puerta de la fábrica ubicada en el Parque Industrial de Burzaco y reclaman una solución.
Jonathan, quien trabaja hace ocho años, contó: “Nos fuimos el sábado para entrar el lunes a las 6.30 pero cambiaron las cerraduras, pusieron candados y nos dejaron afuera”.Les quedaron debiendo una quincena, el aguinaldo y el aumento retroactivo a abril.
Los dueños, Alejandro y Rubén Navarro, les contaron informalmente al delegado, “que estaban quebrados”, contaron los trabajadores. Pero no hicieron ningún aviso formal de proceso de crisis ni de convocatoria de acreedores y los empleados dicen que tenían pedidos.
Hace seis años despidieron a la mitad de los 60 trabajadores que tenían entonces y cambiaron la razón social. Fabricaban entonces 700 baterías por día y hasta el sábado, que trabajaron con normalidad, había 35 empleados que fabricaban 250 baterías diarias.
“No tenemos respuesta de nadie. Hablamos con todos y estamos esperando que nos ayuden porque nos dejaron en la calle”, contó Jonathan para resumir el sentimiento de los trabajadores de Arcyndur.