Hoy se conmemoró en Adrogué el 242° aniversario del natalicio del Almirante Guillermo Brown, máximo héroe naval y protagonista de la independencia argentina, conocido como el “Padre de la Patria en el Mar“.
El acto se desarrolló en la plaza que lleva el nombre del prócer ubicada en Diagonal Brown y Leonardo Rosales de la ciudad cabecera browniana en la cual efectivos de la Armada Argentina realizaron una guardia de honor ante el monumento que perpetúa la memoria de Brown.
Nacido el 22 de junio de 1777, en Foxford, Irlanda, el Almirante tenía 10 años cuando quedó huérfano y se embarcó en un navío de bandera estadounidense.
Durante 9 años navegó por el Atlántico, hasta ser apresado por los franceses. Tras escapar, huye a Inglaterra, donde encuentra el amor en Elizabeth Chitty, una joven protestante con quien viajaría en 1811 al Río de la Plata junto a su primogénita, también llamada Elizabeth.
Brown llegó a Buenos Aires un mes antes de la revuelta de 1810, la vivió de cerca y empezó a meterse de lleno en la piel de los independentistas: se convirtió enseguida en un enemigo del invasor español.
Para 1814 Brown era ya el el teniente coronel y jefe de la escuadra argentina, que consiguió luego de apresar a dos barcos realistas en las costas uruguayas. Pero fue en la isla Martín García, en poder de los españoles, el marino tuvo su bautismo de fuego y con el suyo el de la naciente Fuerza Naval argentina. El 11 de marzo de 1814, Brown ordenó atacar, encontró fuerte resistencia, insistió cuatro días después y ganó la isla para la patria naciente.
Se tomó en los dos años siguientes un descanso militar y se dedicó a la venta y la compra de armas. Cuando en diciembre de 1825 Brasil bloqueó Buenos Aires y le declaró al guerra a las Provincias Unidas del Río de la Plata, llamaron a Brown, que con la ayuda de Leonardo Rosales, Tomás Espora y Nicolás Jorge y a pesar del escaso poder naval con que contaba hizo retroceder con una gran pericia a las fuerzas del Brasil, contra quienes luchó por tres años, hasta 1828.
Plegado a la revolución unitaria del 1 de diciembre de 1828, fue designado como gobernador delegado de la provincia de Buenos Aires. En ese cruce entre unitarios y federales, Brown también tuvo participación, pero decidió retirarse a la vida privada, hasta que el bloqueo al que fue sometido Buenos Aires por parte de las fuerzas inglesas y francesas a partir de 1838 forzó al viejo almirante a volver al servicio activo.
Brown, quien según el mito de la gastronomía argentina desayunaba carne con mostaza, falleció el 3 de marzo de 1857 a los 80 años en Buenos Aires. Se dice que sus últimas palabras fueron: “Con el Principal abordo, ya puedo cambiar de puerto”.
Sus restos mortales se encuentran en el Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.