El proyecto de ley que regula diferentes aspectos de la vacunación -entre ellos su obligatoriedad, promoción en todas las etapas de la vida y exención impositiva- fue incluido entre los que se tratarán en las sesiones extraordinarias, y las organizaciones científicas aguardan que tenga media sanción antes de fin de año.
“Se trata de un proyecto que fue realmente consensuado entre muchas sociedades científicas y de la sociedad civil, e incluso cuenta con cartas de apoyo de organismos internacionales como Unicef y OPS”, indicó a Télam Carla Vizzotti, de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE).
La iniciativa, impulsada por el diputado tucumano Pablo Yedlin,del Interbloque Argentina Federal, obtuvo un dictamen favorable de las tres comisiones (Acción Social y Salud Pública, Legislación General y Presupuesto y Hacienda) el pasado 20 de noviembre y se espera que sea tratado sobre tablas el próximo miércoles sin demasiada oposición.
El proyecto legisla sobre la responsabilidad del Estado nacional en relación a la obligación de comprar y proveer las vacunas en todo el país y ademád impone algunos mecanismos para controlar el cumplimiento de los calendarios de vacunación por parte de la población.
La ley de vacunas determina la exigencia del carnet de vacunación a la hora de hacer trámites, no sólo para la escolarización, sino también para la renovación del DNI de adulto, para la licencia de conducir, el pasaporte.
“La idea no es que el trámite no se podrá llevar a cabo si no se presenta la libreta, sino que el objetivo es que el adulto se entere de la vacunación disponible para su edad y de cómo se accede”, sostuvo la médica.
Otro de los puntos que destacó es que “busca la eliminación de barreras como por ejemplo, que los vacunatorios por lo general están abiertos en horario laboral, entonces la ley prevé que el empleado pueda llegar más tarde o pedirse el día para ir a vacunar a sus hijos o él”.
“También apunta contra la fragmentación del sistema de salud, exigiendo que haya un sólo registro para saber quienes están vacunados“, describió.
Y continuó: “Además, brinda herramientas a la autoridad sanitaria como el exención impositiva, lo que no sólo redunda en ahorro económico sino en un tratamiento especial para la importación, ya que hasta ahora las vacunas debían cumplimentar los trámites como cualquier otro producto, cuando requieren mucha más urgencia”.
Por su parte, Leandro Cahn, director Ejecutivo de la Fundación Huésped, una de las ONG de la sociedad civil que participó activamente en los debates durante la elaboración del proyecto, señaló a Télam que “esta ley viene a reemplazar un decreto de la dictadura militar, y le da fuerza de ley a entidades que ya existían como la obligatoriedad de las vacunas”.
Además de destacar la mirada sobre la vacunación a lo largo de toda la vida, los permisos laborales y la exención impositiva, Cahn enfatizó que el proyecto “deja en claro la responsabilidad del Estado nacional en la compra de las vacunas, así como de todo el material descartable”.
“El proyecto contó con la aprobación de la mayoría de los diputados y diputadas en las tres comisiones, lo que es muy importante en este contexto en el que hay una presencia fuerte del movimiento antivacunas en todo el mundo”, concluyó.