Mariana Vázquez, una docente de 44 años y vecina de Glew, escribió una carta que se viralizó en las redes sociales, llegó a la cúpula de la obra social IOMA, que hasta entonces no se hacía cargo de una operación de la cual depende su vida, y logró que fuera posible la intervención.
En un principio, IOMA le negó la cobertura a la docente con una explicación insólita: dijo que la historia clínica de Mariana era precaria. Por eso debió suspenderse la fecha pactada del 16 de noviembre porque “les parecía insuficiente la documentación presentada”.
Directora de una escuela primaria, Mariana lleva 20 años de ejercicio docente y desde septiembre debe operarse de un tumor cerebral que “oprime los nervios ópticos, quitándome cada vez más visión”, explicó en la carta.
“Todos los médicos coincidieron en la urgencia de la cirugía. De no realizarse perdería la visión de por vida sin solución alguna ya que los nervios ópticos no se recuperan”, dejó sentado Mariana.
El Municipio de Almirante Brown acompañó el reclamo de Mariana ante las autoridades de IOMA, lo mismo que SUTEBA, el sindicato de los docentes. El resultado es que en 10 días operan a la docente en la Fundación Favaloro.
“Es muy triste depender de este servicio donde nadie tiene una respuesta, coherente, sensata y contenedora. Solo dudas e incertidumbre”, escribió Vázquez. “Cualquier persona podría padecer lo mismo. La obra social es eso, social acceso a todos, no es un número de sorteo.“