Antes de ser una calle de nuestro distrito, Santiago Jorge Bynnon fue un hombre que a pesar de haber nacido en Europa combatió para la independencia americana y llegó a ser el hombre de confianza del Almirante Guillermo Brown. Lo recordamos a 125 años de su muerte, ocurrida en Chile el 3 de agosto de 1883.
¿Cómo hace alguien que nació en otro continente para plegarse a la causa de la independencia de dos países de los que apenas había escuchado el nombre? Es que Santiago Jorge Bynnon, el marino galés, tuvo un importante desempeño en la Armada Argentina durante la Guerra del Brasil y también una una destacada carrera en la Armada chilena.
La primera vez que Bynnon sintió el mar bajo sus pies tenía 17 años. Se enroló como marinero de la compañía británica con al que trazó numerosos viajes por los mares de China, Indostán y Japón. En Londres conoció a José Antonio Álvarez Condarco, agente de la Revolución de Mayo en Inglaterra y recordado emisario del general José de San Martín.
Fue Condarco quien lo convenció de pasar a América para luchar por la causa patriota, cuando se preparaba en Chile la escuadra para la Expedición Libertadora del Perú al mando de San Martín. El 30 de noviembre de 1819, Bynnon se sumó a la Armada chilena con el grado de guardamarina.
Hizo la campaña del Pacífico, combatió dos veces contra las fortalezas del Callao y en aguas de Guayaquil dirigió la captura de la fragata española Begonia.
Se lo recuerda por haber sido el primero en poner un pie en tierra en la batalla por la fortaleza de Valdivia, el 3 de febrero de 1820. Bynnon desembarcó bajo una cortina de fuego de la guardia de infantería española y fue condecorado por su actuación en esta acción.
Fue ascendido a teniente el 20 de julio de 1821 y continuó prestando servicio en el sur de Chile hasta 1826, cuando tras la caída de la plaza de Ancud terminó la guerra de independencia, mereciendo ser promovido a capitán de corbeta.
El 6 de mayo de 1826 obtuvo el retiro provisional de la Armada de Chile. Declarada la Guerra del Brasil, el gobierno argentino adquirió al chileno tres buques. El 25 de mayo de 1826 se izó la enseña argentina y el 20 de agosto zarparon de Valparaíso. Bynnon iba en el Chacabuco, la única que sobrevivió al viaje.
En la nave Chacabuco, embanderado en el pabellón argentino, Bynnon participó en varias acciones alcanzando el nombramiento de segundo del comandante de la escuadra de Guillermo Brown. Con él, guerreó hasta que se refugió en el puerto de Carmen de Patagones, en el sur provincial bonaerense, donde se lo recuerda como un artífice del triunfo logrado en febrero de 1827.
Vivió en Buenos Aires hasta 1835 y volvió a Chile, pero lo hizo como comerciante de ultramar. Su fervor no se había apagado y volvió a combatir en 1836 durante la guerra con Perú y Bolivia. Fueron dos largos años en los que el ya experto Bynnon se desempeñó como comandante de corbeta.
Fue gobernador del puerto de Vaparaíso en 1843, de Talcahuano un año después y de Atacama en 1849. Fue promovido sucesivamente a capitán de fragata, de navío y el 6 de abril de 1872 a contraalmirante y segundo comandante de la escuadra chilena.
Fue ascendido a vicealmirante el 13 de julio de 1880 y falleció en Santiago de Chile el 3 de agosto de 1883. Calles y plazas de Almirante Brown y de Carmen de Patagones llevan su nombre. Su retrato, uniforme y espada se conservan en el Museo Histórico Nacional, como testimonio del valiente hombre que defendió la independencia de los países de dos países de América del Sur.