La boxeadora de Rafael Calzada Bárbara Rivero tendrá este sábado la posibilidad de obtener su primer título mundial cuando enfrente en Nápoles a la italiana Angela Cannizzaro. La pupila de la escuela de boxeo Santos Zacarías de Rafael Calzada va por el Título Mundial Femenino del Peso Supergallo Universal Boxing Council (UBG), que hoy está vacante.
Con 27 años, la boxeadora, que desde su debut en el profesionalismo lleva cuatro peleas ganadas sin ninguna derrota, va a Italia para hacer historia cuando se suba al ring del Indyastra Club de Reggio Calabria.
A horas de tomar el vuelo que la llevará a Italia junto a su entrenador Alberto Zacarías, que viene de sacar campeón internacional a Jeremias Ponce, Rivero habló con Brown On Line sobre su desafió internacional al cual no duda en definirlo como “la oportunidad que puede cambiar o escribir de manera diferente mi historia”.
“Es la primera vez que voy a pelear afuera. Estoy tratando de disfrutar cada día porque no todo el mundo tiene la suerte de disputar un título internacional, hacer algo que le gusta y tener gente a disposición que te entrena desde lo físico, pasando por lo espiritual y lo psicológico”, comenta la puglista, séptima en el ranking argentino.
Rivero también recordó sus primeros encuentros con Zacarías (hijo de Santos, una leyenda del boxeo que tuvo como pupilos a los campeones mundiales Sergio Víctor Palma y Juan Martín “Latigo” Coggi). “Me acerqué y le dije que quería hacer guantes, a los 8 meses estaba debutando como amateur. Me acuerdo que en esos años tenía unos kilos de más y Alberto le decía al chico que estaba a cargo del gimnasio “dale bola a esta piba que va a andar bien” y el pibe miraba para todos lados”, relata, entre risas.
La boxeadora destaca el acompañamiento del equipo técnico de la escuela de Calzada: “Son muy profesionales. Nunca se sabe dónde puede terminar el aficionado con el perfeccionamiento que te inculcan todos los días”.
Si es verdad que 20 años no son nada, menos son los siete años que pasaron desde que Rivero se probó los guantes de box por primera vez, “para hacer algo más recreativo y dinámico”, sin pensar que en un cuadrilatero de tierras italianas llegaría su gran oportunidad. Y Rivero no la piensa desaprovechar: “A eso voy, a ganar”.