El hombre buscado por ser el jefe de una monumental organización criminal que levantaba juego clandestino vivía en Almirante Brown, donde también operaba. La extravagante vida de Juan José Gil, detenido ayer junto a otras 57 personas, varios de ellos policías que lo protegían, incluía un triplex con ascensor en José Mármol, autos de alta gama y varias propiedades a su nombre, entre ellas un departamento en Adrogué, donde vivía Gil.
Aunque los investigadores le seguían los pasos Gil estuvo cerca de escaparse no lo detuvieron ni en su vivienda de la calle Amenedo, en Mármol, adonde vivía su esposa y sus cuatro hijos, ni en su otra mansión de Villa Centenario, en Lomas de Zamora. La policía lo capturó en Puerto Madero cuando el Zar estaba por tomar el buque con rumbo a Montevideo. Sospechan que alguien le habría avisado que iban a allanar sus domicilios.
Al denominado “Zar del juego” clandestino lo seguían hace ocho meses y cayó ayer junto con su lugarteniente, Fernando Andrés Lizuaín. En los 80 allanamientos incautaron 326 mil dólares, 540 mil pesos, 2.200 euros, pesos mexicanos, reales y pesos guaraníes.
Entretanto, el oficial Alejandro Javier Knollinger, del Comando de Patrullas de Almirante Brown, estuvo prófugo pero se entregó en la fiscalía el lunes por la tarde, acusado de protección a Gil. Descabezaron también a la cúpula de la comisaría 7° de Villa Centenario, en Lomas de Zamora; el comisario Emiliano Rodríguez y el subcomisario Enrique Ibarra.