Un testigo del crimen del chofer Carlos Sánchez, quien murió anoche en Claypole al recibir un balazo en la cara mientras manejaba el colectivo, aseguró hoy que los delincuentes que dispararon eran jóvenes y que “venían escapando de la policía”.
“Venía con mi señora en la moto, se me cruzaron los delincuentes en otra moto e intentaron robarnos. Ellos pasaron al lado del colectivo y comenzaron a disparar al aire. Yo me pude meter en mi casa y escuché cuatro o cinco disparos”, relató esta mañana Alberto en declaraciones a la prensa.
El hombre dijo que los delincuentes circulaban en una moto Honda Tornado, que estaban con los cascos puestos pero que, de todas maneras, se dio cuenta que eran jóvenes. “Son pibitos. No eran grandes, se notaba que eran chicos por la vestimenta”, explicó Alberto, quien agregó que por lo que le dijeron los investigadores “venían escapando de la policía”.
Tras escuchar los disparos, el hombre volvió a salir de su casa y vio que estaba el colectivo detenido.
“Pensé que el colectivero estaba asustado, pero cuando abrí la puerta lo encontré muerto en el piso”, detalló el hombre, al tiempo que se quejó que esa zona es “muy insegura”.
El hombre también contó: “Abrí la puerta del colectivo llamándolo, pero ya estaba muerto en el piso del colectivo. Al pobre hombre lo mataron por una moto”.