Miguel, un hombre que vivía en la calle, frente a la Municipalidad de Lomas de Zamora, apareció calcinado el 11 de abril en la vereda del banco donde solía dormir. Todo hacía pensar que había sido un accidente pero la autopsia arrojó un dato revelador: presentaba heridas punzocortantes, lo que hace presumir un ataque, aunque a diez días del hecho aún no hay detenidos ni pistas ni posibles agresores.
Miguel tenía 59 años, desde hacía tiempo pasaba las noches en la vereda del banco Santander, a metros de la plaza Victorio Grigera. El 11 de abril fue encontrado muerto. La primera versión de los hechos indicaba que había sido un accidente pero los vecinos la cuestionaban.
Según la autopsia Miguel presentaba “lesiones punzo cortantes, que provocaron hemorragias con incidencia directa en la muerte”. Además, el informe precisó que el cadáver “estaba carbonizado en un 63 por ciento”.
La ONG De Raíz, cuyos voluntarios conocían muy bien a Miguel y sus ganas de salir adelante, se puso en campaña para buscar testigos de lo sucedido. Descreyeron de inmediato de la hipótesis del accidente y esperan aportar datos para modificar el rumbo de la investigación.
La causa, que está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, cambiaría de carátula (de “averiguación de causales de muerte” a “homicidio”) en las próximas horas. Confirmado el ataque, el próximo paso es intentar determinar si se trató de un homicidio en ocasión de robo, un ataque al boleo o un ajuste de cuentas.
Fuente Info Región