Al mediodía de hoy la noticia era que a partir de mañana el hospital Lucio Meléndez de Adrogué no tendrá servicio de terapia intensiva pediátrica por falta de médicos. Es inminente el cierre de esa unidad: a las 13 de hoy trasladan a dos niños internados en terapia a un centro de salud del barrio de Palermo, en Capital Federal. Un rato después, una versión indicaba que el tema iba en vías de solucionarse. Pero no hubo ningún comunicado oficial de las nuevas autoridades.
“Nos dijeron que ya están la ambulancias para trasladar a los chicos porque acá no hay médicos que puedan cuidarlos”, dijo la mamá de dos nenes inetrnados en terapia. “El riesgo de vida en el traslado siempre está, pero nos dijeron que si nosotros nos oponemos al traslado no hay médicos que cuiden a nuestros hijos”, contó la madre, quebrada por el llanto, después de hablar con los directivos. “Los chicos tienen derecho a la vida”, dijo la mujer. Y rompió en llanto.
Según se supo, renunciaron dos médicos de los siete que trabajan por semana -uno por día- y los nuevos directivos del hospital Meléndez decidieron cerrar el servicio. A los tres niños, dos hermanos de 2 meses y un año y medio -que lleva unos cinco meses en terapia- y un tercero que lleva dos semanas de internado van a trasñadarnos hoy al hospital Gutiérrez. “Sacan a los chicos y cierran”, contó a este medio una madre que hasta hace una semana tuvo a su niño internado. “Es una situación desesperante”.
Más allá de la situación interna del hospital -con directores renunciantes y una nueva gestión que tiene menos de una semana- , la situación de los médicos terapistas es que no tienen cargos fijos y la mayoría trabaja en instituciones privadas. Los médicos del Meléndez trabajan con guardias de 24 horas. Dos de ellos renunciaron.
“Estaba muy al límite el servicio de terapia pediátrica. La situación del hospital es compleja. Los nombramientos están pero nadie quiere venir a trabajar acá”, dice una trabajadora del hospital con varios años en el nosocomio, que dice que la situación general del hospital es crítica por los manejos administrativos.
En la puerta del hospital se suscitó una pequeña discusión entre trabajadores del hospital, pacientes y familiares de niños internados. “Los médicos no pueden atender a 200 chicos por día, no dan abasto”, decía una señora, elevando la voz. “Con la miseria que nos pagan no podemos más”, decía una enfermera.