El ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, concurrió ayer al Senado, donde admitió el “impacto” en el bolsillo del tarifazo y dejó abierta la puerta a un nuevo aumento antes de fin de año. “Se trata de un ajuste del cuadro de tarifas que forma parte de un proceso transitorio que está sujeto a una revisión integral”.
Esa dos palabras finales de su declaración esconden un nuevo tarifazo. “El objetivo del ajuste tarifario no es reducir el déficit fiscal al eliminar los subsidios, sino que haya energía en el país”, ya que “nos estábamos quedando sin energía”, dijo y ratificó que “la necesidad de recomponer los cuadros tarifarios tiene por objetivo que el país tenga energía”.
“Si manteníamos el esquema anterior, los cortes de luz y de gas iban a ser más frecuentes y el servicio iba seguir deteriorándose”, dijo, sin anclaje en la realidad, pues los cortes de energía eléctrica se suceden y también se suceden los aumentos.
En su cruzada por tergiversar la realidad, Aranguren dijo que “no hay subas de naftas” sino “un reconocimiento del costo de la materia prima”, en alusión al costo del barril de petróleo que se paga en dólares. Se olvidó de decir que en el mundo precio del petróleo cae y en la Argentina aumentaron las naftas tres veces en seis meses.
Precisó además que el tope del tarifazo del 500 por ciento fue “propuesto por la actividad turística cuando nos dijo que hay que revisar para no afectar esa actividad”, y anunció por otra parte “beneficios tarifarios que podrían incluir una disminución del costo de energía de un 20 por ciento para pymes electrointensivas a pedido de los gobernadores”. Aunque no dio mayores precisiones sobre este punto, señaló que esa posibilidad forma parte del diálogo que mantiene el Gobierno de Mauricio Macri con las provincias.
Respecto del aumento del gas y energía eléctrica, insistió con la decisión del gobierno nacional de “en lugar de estar subsidiando a la oferta como se hizo en los últimos años, nos pareció más razonable subsidiar a la demanda para fomentar políticas de ahorro”. Los cronistas que lo vieron decir la frase aseguran que el ministro de Macri no se puso colorado cuando dijo que el tarifazo era para ayudar a que la gente ahorre.
También destacó la intención de “premiar el esfuerzo a la eficiencia energética para aquellos que ahorraran en un 15 por ciento de gas y electricidad”, y agregó que se está trabajando con el Ministerio de Desarrollo Social para identificar a los sectores de la población de más bajos recursos o de trabajo en negro, y que no pueden hacer frente al aumento tarifario.