El cadáver masacrado a golpes y con una pala incrustada en la cabeza fue la escena que presenció quien descubrió el cuerpo de un hombre de 65 años que yacía muerto en su propia casa de la calle Enrique Santos Discépolo de Guernica, en Presidente Perón, a quien antes de matarlo de varios palazos en la cabeza masacraron a golpes.
La víctima fue identificada como Antonio Serrano, de 65 años, quien residía -aparentemente solo- en una humilde casa del barrio América Unida, de Guernica, en el partido de Presidente Perón, distrito vecino a Almirante Brown.
El hermano del hombre asesinado a palazos fue quien descubrió a Serrano en su dormitorio, tendido boca abajo y en un gran charco de sangre mezclado con restos de masa encefálica. Pero lo más horrendo del cuadro fue que el fallecido tenía una pala incrustada en la región craneana. El hombre, determinaron las pericias, murió por la cantidad de golpes y palazos aplicados en la cabeza.
Lo que sigue siendo un misterio es saber cuáles son los móviles del crimen y la identidad de él o los autores del asesinato, quienes estarían escondidos en el sur del conurbano.