Como si fuese la nueva temporada de Black Mirror, pero en Adrogué. Es que aquí una empresa compra datos biométricos a cambio de bitcoins, una criptomoneda digital sin garantía bancaria ni nacionalidad, llevada adelante por la empresa WorldCoin, con sede en EEUU y en Alemania.
Brown On Line llegó esta mañana hasta el Boulevard Shopping de Adrogué, habló con varias personas que a pesar del clima se acercaron para vender sus datos biométricos a cambio de bitcoins, en una práctica restringida en Europa y prohibida en algunos estados de EE.UU.
Algunos vecinos con quienes pudimos charlar dijeron que lo primero que se les pide es descargarse en el teléfono una aplicación y luego se solicita un turno para ir a realizarse el escaneo. Para invertir ese bitcoin en Argentina, es necesario abrir una cuenta “exchange”, que funciona como una billetera virtual donde se almacenan, invierten y transfieren criptomonedas.
“Nos roban datos por todos lados. Por lo menos acá te pagan”, dijo un vecino que esperaba en la fila, de modo que el escaneo que se practicó en Adrogué este miércoles no les significaba una invasión mayor de la privacidad, aunque no supiera a ciencia cierta qué irá a suceder con esa información en el futuro.
La pregunta es si fueron informados fehacientemente acerca de qué régimen de protección de datos protege esa información que la empresa recaba y para qué serán utilizados.
Cuando la organización advirtió que había una persona haciendo consultas en la fila del Shopping de Adrogué envió a un empleado de seguridad para advertir que no permitían tomar imágenes ni videos, sin explicar por qué esa reserva cuando el acto se realizaba en un pasillo, al fondo del estacionamiento viejo del Shopping de Adrogué.
La compañía compra los datos biométricos de cada ser humano, únicos e irrepetibles: una huella con la cual dicen garantizar la realización de transacciones futuras a partir de esos datos, bajo la hipótesis de que el día de mañana una imagen creada por una inteligencia artificial podría engañar a los escáneres y perjudicar a los usuarios. Buscan, en teoría, contrarrestar los bots y a las identidades digitales falsas.
Días atrás en el boliche Mi Club de Banfield se vieron largas filas para dejarse escanear el iris de los ojos a cambio de bitcoins. Lo mismo en Quilmes y en Monte Grande. En Córdoba, 100 mil personas se realizaron este escaneo. En La Plata, días pasados, clausuraron dos locales donde se realizaban escaneos de iris.
La ley de protección de datos personales o hábeas data protege a los ciudadanos argentinos si los datos de identidad, de salud o de crédito son usados sin tu consentimiento.
Desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires mostraron preocupación porque no se sabe “para qué están tomando esos datos biométricos de ciudadanas y ciudadanos bonaerenses, qué se hace con esos datos y cuál es el contrato de adhesión”.
El subsecretario provincial de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones, Ariel Aguilar, agregó: “Son empresas que están acostumbradas a hacer estas cosas en distintos lugares, salvo en los Estados Unidos y Europa, donde esas prácticas están prohibidas o restringidas: en cambio en otros países actúan con total impunidad tomando esos datos.