El vecino de José Mármol Jeremías Ponce mostró esta noche todo su coraje como boxeador, aunque perdió claramente por abandono en el quinto round ante el puertorriqueño Subriel Matías, en una pelea disputada en Minessota, Estados Unidos, válida por el título del mundo de los superligeros de la FIB, que se encontraba vacante.
Luego de una tremenda seguidilla de golpes, Subriel lo sentó en el suelo del ring size al de José Mármol en el quinto round de la pelea, luego de dos rounds demoledores en los cuales el actual campeón de Puerto Rico lo castigó durísimamente a Jeremías.
Ponce perdió en la corta
Ponce salió con todo en el primer round, lanzó 96 golpes en tres minutos y salió a faltarle el respeto a la conocida y explosiva pegada de Matías, un boxeador que ganó todas sus peleas por KO (19) y pareció tomar el control de la pelea con el uno-dos. A partir del segundo asalto, el favorito tomó las riendas. Aprovechó que se boxeó en una baldosa y en esa corta distancia sacó ganancias castigando muy duramente al púgil de la Escuela Santos Zacarías de Rafael Calzada, que nunca hizo uso del largo de sus brazos.
“Me duele porque quería ganar, le agradezco mucho a la gente por el apoyo”.
La pelea fue vistosa porque pegaron y recibieron ambos, al menos hasta la tercera vuelta. Luego de eso, el de Puerto Rico tomó el mando de la pelea, controló la distancia y mostró su poderío. Jeremías lo sufrió. Al final del segundo round Ponce sintió los golpes, pero sacó a relucir su corazón en el tercer round, cuando sobre el final puso un volado que Subriel sintió en el final de la vuelta.
Jeremías no usó nunca el largo de sus brazos para sacar al boricua de la corta distancia, donde siempre le ganó por potencia. Jeremías metió la cabeza en la boca del león, cuando podría hacer algo que apenas realizó en el combate: buscar ángulo de golpes. Cualquier otro boxeador se hubiera caído antes ante tremendo castigó. Ponce aguantó, absorbió golpes, mostró su coraje, pero ya en el cuarto round no estaba en buena forma.
Ponce salió a vender cara su derrota, con su corazón caliente, pero en el quinto round bailó en el infierno. Solo su coraje lo mantenía en pie, hasta que una mano clara en la mandíbula luego de una seguidilla terrible de golpes le hizo flamear las piernas al de Mármol.
Alberto Zacarías cortó caminó ante lo que se avecinaba y antes de que su pupilo sufriera sin sentido. “Acá mando yo. Vos no tenés nada que ver”, le dijo a Ponce, luego de decirle al oído cuál era la decisión. Lo miró al juez y le dijo “No más”. Fin, por ahora del sueño mundialista para el boxeador de José Mármol, que sin embargo, tiene un camino por recorrer.