Miguel es chofer de la línea 74 y por estos días está haciendo historia con una innovación sencilla y comprometida:armó un grupo de wassap con los pasajeros de la mañana para darles a conocer su ubicación en tiempo real y evitar que quienes abordan su unidad pasen tiempo en la parada del colectivo.
“Yo hago lo imposible para llegar a horario siempre, pero mi idea era llegar a la parada y que la gente no se quede esperando en la esquina durante la madrugada, cuando todavía es de noche. Quiero evitar que los pasajeros corran riesgos y que pasen frío esperando”, dijo Miguel en una nota con Telefé.
El sistema funciona así: Miguel envía por wassap su ubicación en tiempo real, de modo que los pasajeros calculan en base a dónde está y toman el tiempo justo para llegar a la parada en el mismo momento en que Miguel lo hace.
La lógica del chofer es simple: “Todos somos consumidores y queremos que nos atiendan bien, ¿o no?. Bueno, yo trato de que el pasajero sienta eso; que lo estamos atendiendo bien”.
Tiene un grupo de wassap de más de 90 pasajeros, a quienes conoce de nombre y sabe sus historias: conoce sus deseos y su día a día. “Si sigo así voy a necesitar un tren para llevar a todos”, bromea.
Un mundo de 20 asientos
“El colectivo es una unidad de seis ruedas”, dice respecto de las enseñanzas que recibe. Y luego se explaya sobre las cualidades de los integrantes de la Línea en la cual trabaja. “Somos una familia. Además, la 74 es una línea histórica de la región. Vimos crecer a la gente arriba del colectivo. Llevamos estudiantes universitarios que se han recibido, niños que han dejado de serlo, chicos que llevábamos a la escuela primaria y hoy viajan con su familia”, enumera.
Miguel ha pasado por situaciones de todo tipo en sus años como chofer. Atendió partos y hasta evitó un crimen. “Un día se subió al colectivo un policía que me contó que ese día iba a matar a su suegra y a su esposa. Era la noche de Navidad, lo hablé, lo invité a casa, cenamos en familia y hablamos. Por suerte no cometió esa locura. Era un Barreda (Ricardo, el odontólogo que mató a su familia) en potencia”.