En un partido plagado de incidencias, que incluyó una suspensión del segundo tiempo por invasión de un hincha del local, San Martín de Burzaco volvió al triunfo tras una remontada épica y lo hizo justamente ante Claypole o luego de perder 2 a 0, en un partido por la fecha 14 de la Primera C.
El partido se jugó con dientes apretados, sin mala intención, salvo por algún codazo mal juzgado tibiamente por el árbitro y con un equipo local al que no le salió una en la primera mitad ante un Tambero inspirado.
Con un golazo de un ex jugador de San Martín, Claypole empezó ganando a los 20 minutos del primer tiempo. Monzón la recibió en tres cuartos de cancha y le aplicó tres dedos para dejar parado al arquero Cáceres. Claypole jugó mejor ese período y lo hizo a un toque, como los manda Roque Drago. Hasta pudo haber convertido otro gol.
Antes de que salgan los equipo para jugar el segundo tiempo un hincha de Sanma ingresó al campo de juego desde una de las cabeceras, cruzó toda la cancha y un policía sacó el bastón. Ese gesto desató la reacción de la hinchada del local que comenzó a entrar al campo de juego saltando el alambrado, con la policía al lado. Tras discusiones, se oyeron disparos de bala de bola, la gente se dispersó, los jugadores fueron hasta allí y recibieron el insulto de su propia hinchada, que les reclamada más sactitud.
Por los incidentes hubo heridos y detenidos, pero el partido se reanudó con 45 minutos de demora. Alos 10 minutos, Claypole golpeó otra vez, con un gol en contra de Sanma, tras un despeje fallido de Lautaro Nuñez que se le metió a Cáceres a pesar del vuelo. Al minuto, el propio Nuñez descontó tras un tiro libre de Chiapparo y una mala salida de Libares que quedó a mitad de camino.
Los cambios de Ferlauto resultaron. A los 20 minutos, un mal despeje, un resbalón del defensa del Tambero y la pelota que le quedó a Benítez, se la llevó hasta la línea final, aplicó justo el freno, Pezzzani lo enganchó y el árbitro Gastón Iglesias cobró bien el penal. Chiapparo lo tiró muy bien a pesar del juego de distracción de Libares y Sanma lo empató sin merecerlo demasiado y con su jugador símbolo, el que siempre corre todas las pelotas.
El partido se cayó a un pozo luego de eso. Claypole no pudo encontrarse con su juego, Sanma lo superó con el ímpetu antes que con el fútbol y a los 51 minutos el juez cobró una mano en el vértice izquierdo del ataque del Azul, Chiapparo le pegó fuerte, Libares rechazó, pero dejó el rebote en los pies de Peralta, para que el 14 empuje al gol y desate la locura en el clásico de Almirante Brown.