En un partidazo de mando cambiante, San Martín de Burzaco empató 4 a 4 con Excursionistas en el Francisco Boga, remontó un 2-4 y aunque el balance es positivo porque empató sobre el final del partido, sigue sin ganar en el campeonato de la Primera C.
Lucas Chiapparo abrió el marcador para Sanma con un gol descomunal: entró desde la derecha, fue apilando rivales y cuando pisó la medialuna le dio suave para batir a Kletnicki: era 1 a 0 para la locura del local, tan necesitado de una victoria que lo sacara del pozo.
A los 40 minutos el Pollo Iván Arbello recibió una pelota cruzada en la izquierda, enganchó para afuera y le dio al otro palo del Ruso Scurnik para empatar. Y dos minutos después, Excursio la llevó de un arco al otro, agarró mal parado a Sanma -que estaba volcado al ataque-, se la cedieron a Matías Morales y el 10 hizo magia: la picó por arriba del 1 de Sannma para el 2 a 1.
Para colmo, al minuto del segundo tiempo, centro desde la izquierda, cabezazo en el área chica, tapó Scurnik pero dio un rebote corto que tomó Müller y convirtió en el 3 a 1 parcial. El local sintió el golpe, pero Perdiechizi movió el banco y el equipo recibió un golpe de suerte: el arquero de la visita la entregó corta, la robó Slimens y tiró el centro atrás para el descuento del ingresado Lautaro Nuñez: era 3 a 2 en contra pero había esperanza.
Pero a los 12 minutos Sanma defendió muy mal un saque desde el arco del visitante: la ganó Arbello de cabeza, se la peinó al Toro Maitiri, que hizo gala de su apodo, se la llevó hasta las narices de Scurnik y definió con un zurdazo cruzado para el 4 a 2.
Sanma fue, sin mucho orden pero con corazón y tratando de asociar juego. Lo logró a los 26 cuando se juntaron Leszczuk, Núñez y Slimens y definió el propio Iván con una gran categoría ante la salida del arquero.
A los 42 lo empató Slimens, cuando ya estaba Planté en la cancha. Fue él quien la peinó para que entrara de frente al arco Slimens, pisando la medialuna y sacara un remate precioso que salió a media altura y se convirtió en el empate que el delantero festejó como loco y significó un empate merecido.