Vecinos de San José atacaron con botellazos la casa de una enfermera y de su hijo, ambos contagiados con Covid-19 y enfermeros del Hospital Penna de Capital Federal. “Durante el día circulaban los rumores de que estábamos contagiados y a altas horas de la noche nos tiraron botellazos en la casa”, le cuenta a Brown On Line Osvaldo, uno de los enfermeros agredidos, positivo de Covid-19 y confinado en un hotel porteño.
El y su mamá viven en la calle La Torcaza, de San José, donde recibieron botellazos en su casa de parte de algunas personas que no se identificaron ni les dijeron nada. Al momento de las agresiones estaba la mujer, que es licenciada en enfermería, empleada de la terapia intensiva del Penna y docente del hospital Israelita, también diagnosticada como positiva de Covid-19.
“Nos contagiamos en el hospital pero no sabemos cómo fue la cadena epidemiológica. Cumplimos con todos los protocolos, supervisados, pero no sabemos en qué situación se dio el contagio. En casa cumplimos cuarentena estricta y no tenemos contacto con los vecinos ni viajamos en transporte público”, cuenta.
El trabaja en la zona caliente: es profesional de la salud del área Covid-19 del hospital Penna. es positivo del virus, pero está asintomático y cursa el aislamiento en un hotel de la Ciudad de Buenos Aires, luego de reclamar ese derecho ante la ART. “Una vez que nos contagiamos pasamos a ser un número más en la estadística”, se queja.
“Los protocolos cambian todos los días y a veces ni nosotros mismos estamos al tanto. La gente, en general, desconoce totalmente de qué se trata e incumple; no tienen conciencia y eso nos afecta porque hay menos personal de salud y los hospitales están desbordados”, cuenta el enfermero agredido.
El profesional de la salud abre un tema poco tratado: el régimen de trabajo y las condiciones. “A los enfermeros nos suspendieron vacaciones, licencias, todo y trabajamos sin descanso. Además sufrimos el poliempleo: salimos de un trabajo y entramos a otro. Trabajamos bajo mucha presión y muchas veces sin los equipos de protección. Estamos bastante abandonados en general y a la gracia de Dios”.