En un hecho insólito, el presidente de Brown de Adrogué, Adrián Vairo, confirmó la fecha de elecciones con menos de un mes de anticipación. Los socios acusan al oficialismo de maniobras para ocultar información y esta dilación no hizo más que sumar preocupación entre los hinchas.
Hoy por hoy, el máximo opositor que tiene la familia Vairo, que gobierna el club desde hace más de 20 años, es Javier Zazián, candidato a presidente por el movimiento “Glorioso Tricolor”. Él le reclamó a la actual comisión que avance en estos temas para lograr más transparencia de cara a las próximas elecciones en el club y criticó la forma la que los directivos se manejan dentro de la institución: “Ellos hablan permanentemente de la idea de un club familiar, con lo cual coincido, pero creo que ellos equivocaron el concepto. Hace mucho que administran Brown como si se tratara de una empresa familiar o un emprendimiento personal donde los socios simplemente asistimos a ver las decisiones que ellos toman”.
Los socios denuncian que les niegan acceso al estatuto del club; la oposición no logró conocer al padrón ni siquiera a través de cartas documento y aún nadie sabe cómo estará conformada la Junta Electoral.
La demorada confirmación de la fecha de las elecciones (serán el 27 de septiembre) no es la única polémica que llena de murmullos los pasillos del Tricolor. Los socios denuncian que la conducción del club les niega el acceso al estatuto del club y la oposición no logró acceder al padrón ni siquiera a través de las cuatro cartas documento que envió. Hay más: todavía nadie sabe cómo ni cuándo va a elegirse la Junta Electoral.
Ese es otro de los puntos con el que los socios buscan ejemplificar la falta de transparencia que tienen, en la previa, los comicios en Brown. La Junta Electoral, que tiene a cargo la organización general de las elecciones, debería conformarse no menos de treinta días antes; está integrada por tres asociados designados por la actual comisión directiva (sí, el oficialismo tiene la potestad de designar a las personas que lo auditarán) pero aún ningún socio sabe si ya se designó o no, ni quiénes la conforman.
Mientras, el oficialismo juega todas sus fichas al efecto fervor que puede provocar la buena campaña del primer equipo de fútbol, una de las pocas actividades que sobreviven en el club.