El Consejo Directivo de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA), declaró en “emergencia económica” a la industria del pan artesanal de todo el país, luego de certificar que cerraron más de 1000 panaderías en todo el país y quienes permanecen abiertos están “al borde del colapso económico”, debido a los altos costos de la harina, los tarifazos y la falta de ventas.
Reunido en la ciudad de Mendoza y con la participación de los delegados de sus filiales del país, los panaderos analizaron las problemáticas del sector y dijeron que “la industria del pan de todo el país se encuentra acosada por una cada vez más grave pérdida de rentabilidad, que no podemos seguir absorbiendo”.
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“La recesión afecta también severamente a nuestra industria, con una importante caída de ventas ante la incapacidad económica de la mayoría de los consumidores de sostener siquiera su nivel de consumo”, especifica el comunicado.
Para los panaderos “a la industria del pan ya no le resulta posible seguir absorbiendo las mayores costos que afectan al sector y se ve ahogada por la imposibilidad de trasladarlos al consumidor, y al borde del colapso económico, mientras se acentúan los casos de rentabilidad negativa y se produce cada vez un más preocupante número de cierres de establecimientos, con la consecuente pérdida de fuentes de trabajo”, dijeron.