La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal estuvo en un almuerzo organizado por el Rotary Club de Buenos Aires y manifestó una postura critica sobre la creación nuevas universidades públicas en el conurbano bonaerense.
“Durante años hayamos poblado la provincia de Buenos Aires de Universidades Públicas, cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la argentina hoy llega a la Universidad” expresó Vidal mientras enumeraba lo que consideraba prioridades equivocadas de la anterior gestión.
La estadísticas oficiales desmienten los dichos de la gobernadora ya que en muchas de las instituciones de educación superior del conurbano mas del 70 por ciento de sus estudiantes son la primera generación de universitarios de sus familias. Por ejemplo, en la Universidad de La Matanza el 94,2% de los estudiantes tiene padres sin estudios universitarios finalizados.
Las criticas al desafortunado comentario de Vidal no tardaron en llegar. En las redes sociales docentes y estudiantes universitarios desmintieron a Vidal con sus historias personales.
Invito a María Eugenia Vidal a conversar con mis alumnos de la Universidad de Hurlingham y revisar la barbaridad que dijo. Casos que contradicen sus afirmaciones. Bienvenida al aula Mariú, no muerde.
— Cynthia Edul (@cynthiaedul) 30 de mayo de 2018
Mi papá peón de aserradero, mi mamá maestra rural. No me correspondía llegar a ser Contador, los pobres no merecemos universidad pública #vidal gracias #UNaM Universidad Pública y Gratuita.
— Edu Ce (@edu__ce) 31 de mayo de 2018
Padre hacía ladrillos. Madre costurera. Nací y dormía entre dos sillas porque no tenía cuna. Soy la primer persona de mí familia que va a la facultad. Empecé a los 22 años porque hasta entonces me creí lo que dijo Vidal ayer “Los pobres no van a la universidad”. Indigna. Mucho.
— NEGRA (@pantuflera) 31 de mayo de 2018
En tanto, con un duro comunicado, la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) calificó de “pueril falacia” los dichos de Vidal, y remarcó que se trató de una “ensayada articulación discursiva que busca en primer lugar erosionar a la Universidad Pública Argentina, y además excluir a ‘los pobres’ de su condición de sujetos del derecho a la educación superior, en un claro acto discriminatorio”.
“Su carácter público, gratuito, masivo y de calidad ha sostenido la legitimidad de la Universidad Pública en la inmensa mayoría de la sociedad argentina, siendo un pilar de consenso de la convivencia democrática de nuestro país”, completaron.