La ex presidente de la Nación Cristina Fernández de Kirchner lanzó esta tarde ante unas 60 mil personas Unidad Ciudadana, el frente inscripto para competir en las próximas elecciones legislativas y lo hizo con durísimas críticas al gobierno actual.
“La matemática es una sola: no le dan los números a las Pymes, ni a los comercios, ni a los científicos, ni a los jubilados, ni a los empresarios. Por eso esta unidad ciudadana tiene que representar todos los problemas que hoy tiene esta sociedad”, dijo respecto del frente que encabeza.
En la cancha de Arsenal de Sarandí, Cristina dijo: “Hay que poner un freno a tanto disparate. Cómo nos pueden endeudar por 100 años. Es imprescindible entonces poner un límite, un freno, así no se puede seguir”, dijo respecto de la mala nueva de la economía nacional: endeudar al país con un bono a 100 años.
“Para destruir están ellos. Nosotros estamos acá para organizar, construir y organizar el país, que es lo que ellos desorganizaron. Les desorganizaron la vida a la gente”.
La ex presidenta de la Nación explicó el fin de Unidad Ciudadana: “Quiero volver a ser parte de un movimiento político donde lo importante sea la gente que más sufre. Esto es Unidad Ciudadana, no hay que bajar los brazos, no hay que ponerse triste, no hay que llorar. tenemos que construir algo mejor de lo que tuvimos hasta ahora”, cerró Cristina una locución cargada de emoción que tuvo su sello con el Himno Nacional.
Cristina le pegó a los dirigentes que especulan con llegar con chances presidenciales al 2019. “De qué 2019 me hablan. Con estos precios, con esta inflación y con estas tarifas yo quiero que los 42 millones de argentinos lleguen al 2019. Porque esto le llegó a los profesionales, a los científicos, a las clases medias. Por eso les hablo de construir. Voy a estar siempre con ustedes, ayudando a esta unidad ciudadana”, dijo.
De Cristina a María Eugenia Vidal: “Podrás tener un guión en el discurso, podrás tener couching, pero yo nunca guioné mis vida ni mis pensamientos”.
Ante un estadio colmado y eufórico, Cristina mostró la parte humana del desastre: invitó al escenario ubicado en el medio de la cancha a Guadalupe y Laura, becarias del Conicet a quienes el gobierno de Macri les quitó la beca. Y a los estudiantes Agustín, Ezequiel, Fernando y a Susana, una directora de una escuela de Berazategui y a Luisa, de la biblioteca popular Islas Malvinas. “Antes la gente iba a pedir libros, ahora vienen a pedir comida”, dijo Cristina.
Con María Cañete, con Víctor del Polideportivo de Solano -club ahogado por el tarifazo, con Ema, de un centro de jubilados, con dos comerciantes acuciados por los tarifazos, con Verónica -dueña del frigorífico Pilar de Avellaneda que debió despedir a 33 trabajadores; con Karina, de la empresa Microenvases, con Alejandro, un panadero de Ezeiza que debió cerrar el local y con Fabián, un remisero, Cristina recordó todas las medidas. “Pagaban 12 mil pesos de luz y hoy les viene 70 mil. Les abren la importación, no los financian y por si eso fuera poco le aplican estos tarifazos”, dijo.