Por Juanma Verón
Sergio Scaringi, boxeador de Claypole de la categoría Ligero, tuvo su primera pelea internacional con su par chileno Felipe Pizarro, que actuó como anfitrión en el combate. Después de un intenso enfrentamiento pactado a 6 rounds, los jueces otorgaron la victoria al argentino por decisión unánime. “Cuando subo al ring, lo dejo todo,” cuenta Scaringi, que tuvo el honor de representar al distrito y el país en tierras extranjeras.
Con 25 años de edad, el pugilista se emociona al revivir su triunfo: “Cuando estás arriba del ring pensás en todo el esfuerzo que hiciste para llegar ahí, desde los entrenamientos hasta los días que no podés estar con la familia. Empezas a ver las cosas de otra forma, valoras todo”.
Sergio ha demostrado su dedicación desde joven: comenzó sus entrenamientos en boxeo a la edad de 14 años, pasando por diferentes gimnasios de la zona, acumuló más de 60 combates amateurs. Como profesional suma seis peleas, tres de ellas ganadas y dos perdidas.
Scaringi conoce de primera mano los sacrificios que implica el mundo del boxeo, tanto para los boxeadores como para sus familias, ya que su padre, Miguel Scaringi, también fue boxeador.
Oriundo de la ciudad de Claypole, se gana la vida como mecánico en un taller familiar, del cual muchas veces debe ausentarse por perseguir sus aspiraciones deportivas.
Por cuestiones personales primero y una lesión en su pierna después, Sergio estuvo alejado del cuadrilátero por casi dos años, fue allí que, siguiendo el consejo de Daniel Salguero (hoy en día su entrenador personal), decidió continuar con sus entrenamientos y retomar su carrera profesional.
Su vuelta fue triunfal, obteniendo la victoria en sus dos combates disputados desde entonces. Su paso triunfal por Chile lo ha animado a continuar preparándose para alcanzar nuevos objetivos boxísticos.