Gremios docentes y no docentes de universidades públicas convocaron a un paro nacional para este jueves 14 de marzo. El Frente Sindical de las Universidades Nacionales comunicó que el objetivo de esta medida es oponerse a los recortes presupuestarios sufridos por las universidades desde la asunción de Javier Milei.
El paro en universidades nacionales es producto del congelamiento del presupuesto universitario, la suspensión de las becas para estudiantes, el desguace en Ciencia y Tecnología, y la quita salarial del FONID para el nivel preuniversitario, precisaron desde CONADU, el gremio de los docentes universitarios.
Además, señalaron que “las autoridades impusieron por decreto un aumento de un 6% sobre la paritaria 2023, resultando en un atraso salarial del 50% en solo 90 días de gobierno”.
“Este paro es la continuidad del plan de lucha que comenzamos tras el fracaso de las paritarias y que venimos construyendo con importante participación en asambleas en las distintas facultades de la UBA”, expresó el secretario general de FEDUBA, Pablo Perazzi.
Las universidades, agrupadas en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), lanzaron un comunicado este miércoles en el que advirtieron que, de no rectificarse esta situación, “se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones”
A través de un documento titulado “Situación crítica en las universidades públicas”, el CIN aclaró que “las autoridades del sistema universitario público hemos compartido nuestras preocupaciones responsablemente, hemos gestionado ante las autoridades competentes las acciones que entendemos necesarias y, producto del esfuerzo colectivo de nuestras comunidades, hemos garantizado, en condiciones muy difíciles, la continuidad de las actividades en cumplimiento de nuestra misión”.
Las instituciones advirtieron que “con la gravedad que la situación impone, de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas”. Frente a esta realidad, el Consejo señaló la necesidad de tomar cuatro medidas: en primer lugar, “incrementar razonablemente los gastos de funcionamiento mensuales, actualizándolos conforme el proceso inflacionario que atravesamos, de manera de garantizar la continuidad de nuestras actividades y el cumplimiento de nuestra misión”.