Efectivos de la división de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina detuvieron a los responsables de dos talleres clandestinos: uno en Longchamps y otro en Tandil, donde se confeccionaban cuchillos y productos con partes de animales protegidos obtenidas a través de la caza furtiva ilegal.
El operativo se ordenó tras una investigación que comenzó por una denuncia de autoridades del correo postal de la Ciudad de Sauce, Corrientes, quienes detectaron “el envío de grandes cantidades de astas de ciervo en una paquetería hacia domicilios de la ciudad de Tandil y de Longchamps”, precisó el comunicado de la fuerza.
Inmediatamente, se derivó la denuncia al departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA) para comenzar una investigación a través de la cual lograron dar con los talleres ilegales donde se realizaba la “confección y armado de cuchillería artesanal y otros enseres con partes de Fauna Silvestre protegida”.
La investigación logró detectar los canales de venta interprovincial por redes sociales, medios electrónicos y ferias, utilizados para la comercialización. Por esto, la Unidad Fiscal requirió los allanamientos de los domicilios involucrados.
En Longchamps había un taller de ensamblado de cuchillos con los cabos confeccionados con partes de fauna silvestre, y allí se logró secuestrar “unos 200 cuchillos y otros enseres con cabos armados con partes de astas de ciervos axis, colas de mulitas, patas de ñandúes y partes de cuernos de antílopes de la India, como también diez cuernos enteros del mismo animal”.
Mientras que en la ciudad de Tandil se allanaron viviendas en las cuales se encontraban “trabajando los investigados, lográndose la incautación de más de 2.500 piezas de recortes de astas de ciervo axis, pezuñas de ñandú y colitas de peludo o “mulita”, como también una pata entera de ciervo”.