Uno viene y el otro se va. El debut de Pablo Casarico en la primera de Temperley funciona como una metáfora de la vida. Porque el joven de Burzaco pisó el césped para jugar por primera vez como titular justo el día en que Temperley despedía a Federico Crivelli, su arquero e ídolo, quien decidió dejar el fútbol. Y lo hizo a los grande, porque el Celeste ganó en su estadio y él jugó en un destacado nivel.
“Me sentí más cómodo que nunca en una cancha, por la confianza de mis compañeros y por el clima. Sabía que iba a ser un partido más mental que otra cosa y una vez que pasaron 5, 10 minutos, traté de estar concentrado al máximo y disfrutar”, le dice a Brown On Line, Pablo Casarico, dos días después del debut.
“Me enteré que iba a ser titular un día antes y lo tomé con naturalidad. Tenía la inquietud normal respecto de cómo se iba a dar el partido, pero estaba seguro de mi rendimiento. Sabía que iba a estar a la altura. Nunca sufrí el partido”, dice el defensor central que jugó con la camiseta 6.
Luego del partido, llovieron los elogios para el joven de 21 años, pero él no se despega del piso. “La repercusión me llena de orgullo, es muy gratificante. Pero no pierdo la cabeza, no se me van los pies de la tierra, se que tengo mucho por mejorar y ya pienso en el partido contra Tristán Suárez, donde si me toca estar se que debo mantener un nivel alto porque así es el fútbol”.
El aliento de Crivelli para Casarico
“Casarico, disfrutá el partido que hoy empieza tu carrera”, le dijo a viva voz Fede Crivelli en el vestuario, en la arenga previa a la salida a la cancha en la que todo terminó bien, porque con goles de Reinhart y Ayunta, el Gasolero derrotó a Agropecuario de Carlos Casares por 2-0 en el Alfredo Beranger.
“La arenga de Fede es un recuerdo que me voy a llevar de recuerdo para toda mi vida por lo que significa él para el club y por la coincidencia de que justo me tocó debutar a mí. Me dio contención y estoy agradecido con él y con todo el plantel. Eso me ayudó mucho”, recalca.
Para Casarico “es fundamental estar bien parado psicológicamente. Mi madrina, que es psicóloga deportiva y trabajó mucho tiempo con futbolistas, me habla desde que soy chico, me aconseja, me da textos sobre el tema y evidentemente eso da sus resultados porque en ningún momento sentí ningún tipo de presión. Esa es la clave”, dice el joven vecino de Burzaco.
No fue el único de la cantera del Gasolero en bautizarse en la primera el domingo. “Felicitamos a Julián García (arquero de 22 años) y Pablo Casarico (defensor de 21 años), surgidos de las inferiores de nuestra institución, por haber hecho su debut en Primera durante el encuentro de hoy ante Agropecuario”, los saludaron desde las redes oficiales del club, que le dedicó un párrafo aparte al rendimiento del joven de Burzaco en su primer partido en la primera de Temperley.