Luego de un inesperado giro en la causa, la madre de la niña de 10 años asesinada hace más de tres años en Longchamps fue acusada como sospechosa por la fiscal de la causa y un grupo de amigos y familiares se movilizaron a Tribunales de Lomas de Zamora para pedir por la inocencia de la madre de Joselín Nayla Mamani, la niña de 10 años a quien mataron de 50 puñaladas en su casa del barrio 14 de Febrero, de Longchamps.
En una causa que hasta ahora tenía dos sospechosos y ningún detenido, se sumó ahora la acusación de la fiscal Fabiola Juanatey contra la madre de la niña asesinada el 7 de enero de 2019 en su propia casa de Longchamps.
“A la justicia patriarcal le queda lo más fácil y misógino, culpar a la madre. Joselin fue asesinada en su casa por la ex pareja de su mamá eso lo sabemos, lo sabemos también porque pasa todos los días, pero la justicia culpa a las madres y no a los asesinos”, publicó la activista boliviana Julia Kipa, respecto del caso.
El asesino ingresó a su casa mientras la mamá de la nena realizaba trámites en el banco y entró a matar ala niña directamente. No se llevó objetos de valor ni forzó puertas. A su regreso, la madre halló a la nena con vida, pero cuando arribó la ambulancia la menor ya había muerto.
Los otros dos imputados en la causa son Carlos (47 años) y Rubén Correa (28), padre e hijo. Carlos era pareja de la madre de la niña, de nombre Zaira, y se supo que había ejercido algún tipo de violencia contra la mujer.
Un dato que puede echar luz sobre el tema es que la madre de la niña asesinada tenía una relación sentimental con Rubén Correa, hijo de quien había sido su pareja un tiempo atrás y que ahora es su esposo.
La fiscal que lleva adelante la investigación -Fabiola Juanatey- acreditó que Carlos Correa tenía llaves de la vivienda de la calle Beruti, donde fue asesinada Joselin Mamani. Pero no pidió su detención.
“En octubre del 2021 la causa da un giro coincidentemente con una novedad de la vida privada de Zaida: se casó con el hijo de su ex pareja y uno de los principales sospechosos. Zaida se había separado de Carlos Correa medio año antes de sucedido el asesinato de Joselín y durante esos años soportó distintos tipo de violencias, que incluían los golpes e insultos racistas por su condición de boliviana. El día que se casaron, Carlos Correa se apersonó en el Registro Civil y se opuso a la unión aduciendo entre otras cosas que su hijo y su ex pareja se iban a quedar con la casa que construyó con Zaida. ¿Será por esto que a partir de octubre Zaida es imputada y pasa como sospechosa del horrendo crimen?”, se preguntó un familia de Zaida.