En una trabajosa pelea, el boxeador de José Mármol Jeremías Ponce venció por nocaut técnico en el décimo round al inglés Lewis Ritson, en una victoria que lo posiciona en la cima del ranking y lo coloca a las puertas del máximo desafío de su carrera deportiva, pues enfrentará al campeón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
El combate se llevó a cabo en el Vertu Motors Arena de Newcastle y la definición llegó al minuto y 24 segundo del décimo round, cuando el argentino derribó tres veces a Lewis y el árbitro local Steve Grey detuvo la pelea. Ponce debe enfrentarse ahora con el campeón unificado de la categoría, el escocés Josh Taylor, quien viene de superar en una gran pelea al estadounidense José Carlos Ramírez.
El boxeador de José Mármol sumó así su victoria número 28 (15 de ellas por la vía rápida) en igual cantidad de peleas y confirmó que hoy por hoy es el boxeador más promisorio de la Argentina.
“Estoy muy contento. Entrenamos para esto y gracias a Dios se dio. Le quiero agradecer a mi oponente que fue un rival fuerte y siguió peleando luego de recibir golpes muy fuertes sobre todo en el primer round”, dijo Ponce tras la pelea. Es que Jeremías salió con todo a buscar el nocaut desde el inicio de la pelea, castigó duro al inglés, que por fortaleza aguantó y aunque lo lastimó en el pómulo izquierdo nunca puso en riesgo al de José Mármol.
Empezó con un vértigo alto Ponce, un ritmo complejo de mantener durante la pelea si no se está bien preparado. “Sabía que iba a poder aguantar los 12 rounds. Mis ganas de ganar y de poder ayudar a mi familia pudieron más que el cansancio”, dijo el boxeador.
En el octavo round Ponce colocó manos claras en plena cara del púgil inglés que sin embargo se defendió manejando la distancia. El cansancio se notó en ambos a partir del round 9 y la pelea se hizo más lenta, pero en el final de ese segmento Ponce hizo tronar la cara del inglés con una seguidilla de golpes que finalizaron justo con la campana.
El clinch del inglés demostraba que Ponce tenía las de ganar, sobre todo en la derecha, su arma letal, pero también en la combinación de golpes rápidos con que lo sometió a Ritson, que lo trababa con afán. Eso acercaba las cabezas de ambos de forma peligrosa.
En el décimo round Jeremías salió decidido a buscar el fin del pleito. Lo logró por demolición, golpeando arriba y abajo hasta que el inglés cayó arrodillado. Se levantó, guapo, tomó aire, pero Ponce se relamía y otra vez lo atacó. Volvió a caer Ritson y alguien revoleó una toalla al ring, pero la pelea siguió. Entonces Ponce vio la chance de campeonar ante sus ojos, golpeó otra vez, las piernas de Ritson se volvieron a aflojar y cayó desplomado.