Cuidar la salud del otro es siempre una tarea compleja, sobre todo en tiempos de pandemia. De eso pueden dar cuenta miles de profesionales de la salud que arriesgan la propia vida para cuidar la de muchos otros. Y muchas veces lo pagan con su integridad física.
Para colmo, en los últimos días, vecinos de dos barrios porteños pidieron a enfermeros que se vayan de sus propias casas ante el riesgo de que puedan contagiarlos con coronavirus.
Macarena Brizuela tiene 25 años, es enfermera (matrícula nacional N° 104872), vive en Rafael Calzada y trabaja para la empresa de internación domiciliaria “En Casa”. Actualmente,está abocada a una paciente de tres años, y su tarea de enfermería es toda la madrugada.
“Como profesionales de la salud vivimos esta situación con toda la responsabilidad, tomando el doble de precauciones y cuidados a la hora de trabajar”.
Se conocieron estos días algunos escraches de vecinos y vecinas de edificios para con los médicos y enfermeras que viven con ellos, pegando carteles que los invitan a no volver porque no quieren contagiarse COVID-19.
“Es de un egoísmo tremendo“, se indigna Macarena, y agrega: “No lo puedo entender. Son los mismos que miran para otro lado cuando reclamamos por mejores condiciones laborales. Cuando ven que hay trabajadores que marchan por sus derechos, se indignan. Y ahora también nos echan de nuestras casas. Estamos trabajando para salvarles la vida“.
“Hay personas que realmente la están pasando muy mal, y que cuenten con nosotros y nosotras es algo que me motiva todos los días para ir a trabajar. No solo hacemos nuestra parte al salir, sino también los que se quedan en casa“, concluye Macarena Brizuela.
Frente a estos escraches que sufrió el personal sanitario en Recoleta y Santa Fe, particularmente, hubo otros vecinos que decidieron dejar su mensaje de aliento y compañerismo.