Hernán Lucero es un cantor de tango, por sobre todas las cosas. Gardeliano como el que más, el cantante de Claypole se ha criado sin embargo al calor del rock de la primavera democrática, se le han metido bajo el pulso la guitarra de Pappo y la poesía de Luis Alberto Spinetta, se le ha hecho propia la canción furiosa de Fito Páez.
Por eso mañana a las 21 en Longchamps intentará resumir esos universos sonoros que lo forman, cuando suba al escenario de El Cultural Del Suburbio (Boulogne Sur Mer 1543, Longchamps), con“Tango, milonga y rock and roll”, con el músico Sebastián Enríquez.
Lucero demuestra por qué es capaz de hacer canciones con Tute, su socio creativo y amigo, cantar con el Negro Falótico y también estremecerse con una melodía de Charly García, lo mismo que con un bandoneón inflándose de tango, o dejarse llevar por los paisajes provincianos de Omar Moreno Palacios, Atahualpa Yupanqui y hasta de Chico Buarque.
“Es una manera de compartir con el público lo que se viene, mi próximo disco, que tiene un poco de todo eso: tango con orquesta típica, música criolla, Fito Páez, entre canciones de mi autoría. El disco resume todo lo que fue construyendo el cantor que soy”, le dice a Brown Online.