El trío de Adrogué Los Reyes del Falsete, que lanzó el disco “Guacalart” con una búsqueda sonora electrónica y experimental, llegó a tener gran popularidad en los últimos años por su labor junto al reconocido músico Litto Nebbia, figura angular del rock nacional.
La conexión musical entre los músicos treintañeros de Adrogué y Nebbia dio su primer fruto en 2012, cuando el fundador de la mítica banda Los Gatos participó de “Días nuestros”, segundo disco del interesante trío de batería y guitarras conformado por Juanchy, Munchi, Nica y Tifa Rex.
Este cuarto álbum de Los Reyes del Falsete, “Guacalart”, es -en parte- el resultado de esa unión porque la mayoría de las canciones se compusieron durante una gira que los músicos compartieron con Nebbia y también porque un concepto suyo sobrevoló el trabajo.
“Habíamos grabado algunos temas antes de que nos robaran los instrumentos pero muchos salieron durante la gira con Litto Nebbia, quien nos aconsejó quedarnos siempre la primera toma, con la magia de lo más improvisado, consejo que decidimos adoptar”, relató Nica Rex a la agencia de noticias Télam.
El cantante y guitarrista de la banda contó, por ejemplo, que si antes había una palabra que no les gustaba se quedaban pensando días seguidos en cómo reemplazarla pero que esta vez optaron por respetar la primera forma de las cosas.
“Él (Nebbia) siempre dice que compone y que los demás son los que después juzgan su obra, no él. Yo siempre fui más duro conmigo mismo, por eso tardamos cuatro años con ‘Lo que nos une’ (2016), nuestro disco anterior -expresó con humor el artista- y en este tomamos otro camino y dejamos que fluya”, añadió.
Sobre la apertura musical del trío hacia la experimentación, que bien reflejado está en “Guacalart”, Nica manifestó: “Nos gusta pensar cada tema como un mundito aparte y en este todavía más porque fue el primero en el que no puse la voz en todas las canciones, cantaron también Juanchi y mi hermano, y participaron las chicas de Amor Elefante. Usamos todos los colores que podíamos usar”.
Además y continuando la misma línea compositiva, el compositor anticipó: “Siempre prensamos a dos discos de distancia. Para el próximo la idea es ir a un estudio, grabar todo junto en dos días y mezclar en la mesa del estudio, como se hacía en los 60, sin nada electrónico ni regrabar, todos los músicos en el estudio”.